Gestión de Negocios

10 puntos para un ‘check list’ previo al cierre de año fiscal en tu empresa

El corte fiscal del 31 de diciembre obliga a los actores del ecosistema empresarial a poner mucha atención en la forma en que se está cerrando el año.

Por diversas razones administrativas y jurídicas, hacer negocios en México es vivir con la aduana del 31 de diciembre de cada año.

El corte fiscal en esa fecha obliga a los actores del ecosistema empresarial a poner mucha atención en la forma en que se está cerrando el año y en proyectar las obligaciones que se crearán en él o transferirán al año calendario inmediato siguiente. Como alguna vez me lo puso un contador, “lo que no hagas bien este año, ya no lo podrás ordenar legalmente el siguiente”.

¿Qué temas conviene revisar unos días antes de que tu mundo entre en modo celebración del año nuevo? Aquí algunas para la reflexión directiva:

1) ¿Cuáles de tus cuentas por cobrar, facturadas o no, te van a acabar realmente pagando este año y cuáles te quedarán debiendo? Y esto, sin descuidar las PUE de las PPD.

2) Al margen de los retos de caja que puedan existir, ¿a quién le deberás pagar este año para honrar compromisos ya establecidos y a quienes les pagarás solo si a ti te transfieren ciertos pagos contingentes?

3) Al margen de si fue un buen año o no para tu compañía, con la estimación de tu cierre anual, ¿cómo se ve a ver tu coeficiente de utilidad fiscal en la declaración anual del año siguiente y qué efectos en flujos de efectivo futuros representará?

4) Considerando tus ciclos de venta, ¿estás cerrando con el nivel de inventario óptimo para el arranque del año? ¿O debes rebalancear con devoluciones, compras anticipadas o liquidaciones de último minuto?

5) ¿Qué gastos operativos deben ser revisados (en cualquier dirección y sentido) en los términos de tu caja resultante al cierre del año?

6) ¿Qué efectos en tu declaración anual del año siguiente tendrán las inversiones en activos que ya realizaste este año o que pudieras decidir hacer de último minuto? Es tan fácil olvidar o descuidar la depreciación fiscal al momento de decidir ‘darle para adelante a ciertos egresos’ que más vale revisarlo bien.

7) ¿Qué bonos o incentivos a tus colaboradores conviene hacer en el año que concluye y cuáles conviene diferir al año siguiente? Asumiendo que se tiene flexibilidad en algunos premios variables, conviene analizar los mejores efectos para la empresa en el tiempo.

8) ¿Cuáles contratos abiertos conviene cerrar antes de que concluya el año (con los efectos materiales que esos nuevos compromisos produzcan) y cuáles es recomendable diferir al año siguiente en el mejor interés de tu organización? Cuidado con el conflicto de intereses interno.

9) ¿Cómo se está preparando tu empresa para la posibilidad de que un cliente te busque el 31 de diciembre en la mañana pidiéndote una compra de último minuto (con la condición de que quede materializada en el año fiscal que concluye)?

10) ¿Sabes los planes personales de tus contadores clave para el cierre del año? ¿O vas a estar imposibilitado de consultarles cosas o que de que instrumenten acciones específicas porque los profesionales ilustres estén ilocalizables para ti?

Todavía no pierdo la capacidad de asombro del tipo de decisiones que se pueden llegar a tomar o que resultar imposible procesar en los últimos días del año. Para muchas empresas y empresarios, esos días representan la oportunidad del último ajuste. La posibilidad de algunos negocios insospechados de último minuto y, desde luego, la última llamada para la evaluación crítica de ciertos efectos de sus decisiones pasadas que puedan ser matizadas o resueltas en cierto grado dentro del año que fenece.

Y no se me malentienda. Se vale cerrar ‘el changarro’ y embarcarte en la vacación. Pero muchas veces paga y paga bien el estar atento a los últimos actos materiales o posibles de tu compañía. En una de esas, le sacas provecho a eso que algunos llaman ‘la última instancia que el tiempo permite’ pero que solo lo logran los que están atentos dentro del tiempo correcto.

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