Los indicadores mundiales que publica la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual ofrecen un mapa muy preciso de la actividad que se desarrolla en cada país y región para el registro de marcas, la obtención de patentes, diseños industriales, protección de variedades vegetales e indicaciones geográficas. La publicación permite una comparación anual muy eficiente para medir tasas de crecimiento de manera precisa y obtener conclusiones de nuestro desempeño en el contexto de las tendencias mundiales.
Por sí mismo, alcanzar altos volúmenes de certificados de registro de marcas o patentes podría no poseer un significado particular para muchos. Sin embargo, estos números reflejan fielmente la actividad comercial y de innovación en las economías, hasta un punto en el que podemos afirmar que, a mayor protección jurídica de la propiedad intelectual, mayor crecimiento económico.
En 2023, el indicador que manifiesta una baja no prevista es el de marcas presentadas a registro, con una reducción del 2% para un total de 15.2 millones de solicitudes presentadas en el total internacional. En cambio, en materia de solicitudes de patente, los innovadores de todo el mundo presentaron 3.5 millones, encadenando el cuarto año consecutivo de crecimiento —solo interrumpido en su momento por la pandemia—. Los diseños industriales también presentaron una tasa importante de crecimiento del 2.8%, llegando a 1.5 millones de solicitudes. Una conclusión inmediata derivada de estas cifras es que la producción de tecnología sigue guiando los esfuerzos comerciales de las empresas en el mundo, impulsadas en el periodo reciente por tendencias centradas en inteligencia artificial y en las soluciones orientadas al sector de la salud.
En el caso de México hay un dato por demás relevante. Somos el lugar 17 en la lista de presentación de solicitudes de patente, con un total de 15,630. De ese número, sin embargo, sólo 978 corresponden a residentes nacionales, mientras que 14,652 corresponden a extranjeros que patentan en nuestro país. Si el número lo comparamos con Francia, que ocupa la posición 18 del tablero, el contraste es significativo porque de sus 15,566 (casi nuestro mismo número total), 13,602 corresponden a inventores franceses.
El número de solicitudes de patente presentadas por mexicanos, que no llega a 1,000 en el 2023, no puede justificarse en forma alguna, particularmente si consideramos que en ese número se comprenden las invenciones de nuestras universidades privadas y públicas, centros de investigación, institutos dedicados a la innovación, inventores independientes y empresas. ¿Qué pasa si comparamos nuestro número (978) con el millón y medio presentadas por residentes chinos en su propio país?
Es claro que México tiene una oportunidad extraordinaria de escalar posiciones en la producción de tecnología jurídicamente protegida, impulsada por una nueva visión del enfoque de este gobierno, pero con anclaje directo a empresas de base tecnológica que están surgiendo en el país, así como en empresarios que entienden hoy que, liderazgo e innovación, en términos de competitividad en el mundo, se nutren mutua y necesariamente.