Somos de memoria convenenciera, selectiva y traicionera, y la de Ricardo La Volpe cabe en estas tres cuando habla de Juan Carlos Osorio y de Matías Almeyda.
En entrevista con ESPN dijo que si en él estuviera la decisión, ya hubiera corrido a Juan Carlos Osorio por considerar que está buscando trabajo para una vez que concluya su participación en la Copa del Mundo con México.
Vamos por partes: a mí tampoco me gustó la gira de autopromoción, que si no fue eso, al menos lo pareció, digamos que cayó en el hacer cosas buenas que parecieron malas; sin embargo, Ricardo La Volpe es el promotor principal de los códigos (imagino que recuerdan el multicitado término 'códigos internos' utilizado durante el intento de engaño de doping en la Copa Confederaciones del 2005), de tal forma que no viene bien que un entrenador que sabe y entiende perfectamente la presión que se vive previo a un Mundial, hable de esa manera. 'Perro no come perro', reza la frase.
En esa misma entrevista dice que "lo más importante para un técnico es la Selección Nacional", y tendría razón, pero lo dice alguien que cuando estuvo en el puesto renunció más de cinco veces en el proceso de cuatro años, de tal forma que el chiste se cuenta solo.
Del segundo tema, de las Chivas, dijo otorgarle mayor crédito a Jorge Vergara que a su entrenador, Matías Almeyda, por las conquistas recientes de Copa MX y Concachampions, a las cuales de paso les restó importancia y trató como títulos menores por los rivales a los que enfrentó y atribuyendo a la suerte la conquista de Concacaf.
Tiene derecho a pensar lo que sea de los dos torneos y de las formas futbolísticas de obtenerlos, lo que definitivamente no me cuadra es que le otorgue mayor mérito, a ese mismo que en noviembre de 2016 tachó de 'dictador' por la forma en que se manejaba al equipo. A ese mismo con el que se enfrascó una y mil veces durante su gestión como entrenador de la Selección Nacional.
Sí, a ese mismo.
Podrá tener mérito la gestión administrativa del dueño, pero de eso a darle mayor reconocimiento que el mismo entrenador...
Por eso digo que la memoria es juguetona: se asoma cuando piensa que puede ganar y se esconde cuando así conviene a sus intereses.
¡He dicho!