Antes del Fin

Clara Brugada y el eco de una crisis: ¿Qué sabe el gobierno que no dice?

La jefa de Gobierno de la CDMX aludió a la defensa de la industria nacional, una referencia clara a la posible imposición de nuevos aranceles por parte de Donald Trump.

En su informe de 100 días como jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada envió un mensaje que resonó más allá del ámbito local: un llamado a la unidad nacional en torno a la presidenta Claudia Sheinbaum frente a las renovadas amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump. Aunque aparentemente protocolario, el discurso de Brugada parece ocultar indicios de una estrategia gubernamental ante desafíos que podrían no haber sido completamente comunicados a la población.

La retórica de la resistencia

Brugada destacó que México es una nación “solidaria y generosa, pero también fuerte y con una gran historia de resistencia”. Este énfasis no es fortuito. Evocar la resistencia histórica de México, especialmente frente a Estados Unidos, busca reavivar el orgullo nacionalista en un momento en el que Trump ha retomado políticas agresivas hacia el sur de la frontera, incluyendo amenazas de deportaciones masivas y posibles medidas arancelarias.

El uso de este lenguaje es un recordatorio de que México, históricamente, no ha sido un país que ceda fácilmente ante presiones externas. Es también un mensaje hacia el interior: Sheinbaum no está sola en esta lucha, y su liderazgo debe consolidarse como el eje de la resistencia frente a un contexto internacional cada vez más hostil.

Migración: el desafío inminente

El llamado a apoyar “a nuestros hermanos migrantes” sugiere que el gobierno mexicano está anticipando un aumento de deportaciones bajo la administración Trump, cuya retórica antiinmigrante ha sido una constante. Las deportaciones masivas no solo tendrán un impacto humanitario, sino que también representarán un reto logístico y social para México, especialmente para ciudades como la capital, que históricamente se han declarado refugios para migrantes.

Este posicionamiento refuerza el compromiso de México como un país solidario, pero también reconoce la magnitud de lo que está por venir: una crisis migratoria que podría sobrecargar los recursos nacionales y desafiar la estabilidad social en las regiones más afectadas.

La industria nacional en la mira

Brugada también aludió a la defensa de la industria nacional, una referencia clara a la posible imposición de nuevos aranceles o restricciones comerciales por parte de Trump. Estas medidas podrían afectar sectores clave de la economía mexicana, especialmente aquellos vinculados al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

El gobierno parece estar preparando el terreno para un frente común que combine la defensa de los intereses económicos con una narrativa nacionalista que fortalezca la cohesión interna.

¿Qué sabe el gobierno que no dice?

El tono del discurso sugiere que el gobierno mexicano tiene conocimiento de posibles acciones de Trump que aún no han sido anunciadas formalmente. ¿Se trata de una política de deportaciones más agresiva? ¿Un nuevo embate arancelario? ¿O tal vez una combinación de ambas?

El llamado a la unidad podría ser una señal de que las autoridades están anticipando un choque de proporciones mayores, para el cual necesitan preparar tanto a las instituciones como a la población. La insistencia en la unidad no es solo una estrategia política; es un recurso preventivo frente a una tormenta que podría estar formándose al otro lado de la frontera.

Clara Brugada: la leal escudera

Este discurso no solo refuerza el liderazgo de Sheinbaum, sino que también posiciona a Brugada como una figura clave en el espectro político. Al alinearse tan abiertamente con la presidenta, Brugada se asegura un lugar central en la narrativa de resistencia nacional. Este movimiento estratégico no solo la consolida como una aliada leal, sino que también la proyecta como una posible protagonista en futuros escenarios políticos.

Conclusión

El mensaje de Clara Brugada es más que un llamado a la unidad; es un recordatorio de que México enfrenta un momento crítico en su relación con Estados Unidos. Las amenazas de Trump, lejos de ser ignoradas, están siendo analizadas y respondidas estratégicamente desde el gobierno mexicano.

Sin embargo, este discurso también plantea preguntas incómodas: ¿qué tan preparada está México para enfrentar esta nueva oleada de desafíos? ¿Qué medidas concretas están siendo diseñadas para mitigar el impacto de las deportaciones masivas y las presiones comerciales? Y, lo más importante, ¿por qué el gobierno aún no comunica con total claridad la magnitud de lo que está en juego?

Mientras tanto, el llamado a la unidad resuena como una advertencia: la resistencia histórica de México no es solo un legado, sino una herramienta política que el gobierno busca activar en un momento en el que el desafío viene, nuevamente, del norte.

Nadine Cortés

Nadine Cortés

Abogada especialista en gestión de políticas migratorias internacionales.

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