Antes del Fin

La crisis migratoria no se resolverá mañana…ni en los próximos años

Los titulares sobre migración se repiten año tras año. Cifras récord de desplazados, caravanas avanzando hacia el norte, nuevas restricciones en las fronteras. Gobiernos y analistas hablan de una “crisis migratoria” que parece no tener fin. Pero si una crisis se mantiene por más de una década, ¿sigue siendo una crisis o es ya un reacomodo permanente?

La historia nos dice que los grandes desplazamientos de población no son excepcionales, sino cíclicos. Han ocurrido antes y, aunque no duran para siempre, sí siguen patrones reconocibles. Algunos han tomado 20 años en estabilizarse, otros han tardado casi un siglo.

Entonces, ¿en qué punto estamos hoy? ¿Cuánto más durará la presión migratoria en América, Europa y otras regiones? Y sobre todo, ¿qué puede hacer México para evitar quedar atrapado en una crisis prolongada?

Lo que nos dice la historia: cuánto tardan los grandes reacomodos migratorios

Desde el siglo XIX hasta hoy, cada gran migración ha seguido un patrón común: comienza con una crisis, pasa por una fase de adaptación y, finalmente, encuentra un equilibrio. Pero ese proceso no es inmediato.

● La gran migración europea a América, entre 1850 y 1930, tomó casi 80 años en estabilizarse.

● La reconfiguración tras la Segunda Guerra Mundial, con millones de refugiados desplazados, tardó 25 años en alcanzar un punto de estabilidad.

● La crisis de los Balcanes en los años 90 se prolongó por 20 años antes de que los flujos se normalizaran.

Cada una de estas migraciones tuvo un punto de quiebre, un momento en el que los números parecían desbordar las capacidades de los países receptores. Pero con el tiempo, las sociedades encontraron mecanismos de integración o contención, dependiendo de sus decisiones políticas y económicas.

Hoy, la pregunta no es si la crisis migratoria actual terminará —porque lo hará en algún momento—, sino cuánto tiempo tomará y bajo qué condiciones se resolverá.

La crisis migratoria actual: ¿en qué punto estamos?

Si seguimos el patrón de otras migraciones masivas, la actual crisis global —que tuvo su auge entre 2015 y 2016 con la ola de refugiados sirios y la escalada en América Latina— aún está en su fase de máxima presión.

De acuerdo con los antecedentes históricos, el reacomodo de la población mundial podría tardar al menos 10-15 años más en alcanzar estabilidad. Esto significa que la migración seguirá siendo un tema central en la política global hasta 2035 o incluso 2040.

Sin embargo, lo que pase en los próximos años será clave: las decisiones de los países receptores determinarán si esta reconfiguración encuentra un equilibrio o se convierte en un problema crónico.

México en la encrucijada: el tiempo juega en su contra

México ha pasado de ser un país de tránsito a convertirse en una zona de contención migratoria. Con cada año que pasa, más migrantes quedan varados, las ciudades fronterizas se saturan y el problema se hace más difícil de gestionar.

El país tiene dos caminos:

  1. Mantener el modelo de contención, con deportaciones y militarización de la frontera, lo que alargaría la crisis hasta 2040.
  2. Optar por la integración progresiva de migrantes en la economía formal, lo que podría acelerar la estabilización en menos de una década.

España enfrentó un dilema similar en 2005 y optó por regularizar a 500,000 migrantes. Logró estabilizar su crisis en menos de 10 años. Canadá y Alemania han convertido la migración en una herramienta económica y han reducido la tensión social en 15 años o menos.

México aún tiene la posibilidad de elegir cuánto tiempo más quiere prolongar su crisis migratoria.

¿Cuánto más durará la crisis? Las proyecciones para los próximos 15 años

Si no hay cambios, los flujos migratorios seguirán altos hasta al menos 2035. Las rutas se diversificarán, las restricciones en EE.UU. y Europa se endurecerán y México seguirá atrapado en una crisis de largo plazo.

Si, en cambio, se aplican políticas de absorción, el reacomodo podría darse entre 2027 y 2032. En otras palabras, México tiene en sus manos la posibilidad de reducir esta crisis en la mitad del tiempo.

Estamos en el punto medio de la crisis, pero el desenlace aún no está escrito

Si algo nos enseña la historia es que las crisis migratorias no son eternas, pero su duración depende de las decisiones políticas.

Los grandes éxodos del pasado tardaron entre 15 y 30 años en estabilizarse. La crisis actual, que comenzó en 2015-2016, está en la mitad de su ciclo.

El tiempo sigue corriendo. Si México sigue gestionando la migración como un problema de seguridad, la crisis seguirá activa hasta 2040.Si decide tomar un rol estratégico y apostar por la integración, podría encontrar estabilidad en menos de una década.

Lo que pase en los próximos cinco años determinará el desenlace de esta historia.

Nadine Cortés

Nadine Cortés

Abogada especialista en gestión de políticas migratorias internacionales.

COLUMNAS ANTERIORES

El cuidado: la crisis invisible que sostiene al mundo
Teuchitlán: la humanidad frente al horror

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.