Experto en propiedad intelectual

‘Go Woke, Go Broke’

El caso de Disney aporta que la sociedad está cada vez más polarizada, muchas personas conciben la realidad como una lucha de facciones en la que no caben las medianías.

Experto en Propiedad Intelectual

Un amigo me dijo en tono de broma hace unos años: “mi hija es adicta a Frozen”. Ambos reímos mientras comentábamos la enorme influencia que Disney ejercía sobre los niños, en lo personal recuerdo que evitaba pasar con mi hija frente a las tiendas de esa empresa cuando visitaba algunos centros comerciales, “Disney” era una palabra que no podía pronunciar frente a ella, hacerlo implicaba enfrascarse en una larga discusión sobre el porqué nuestras próximas vacaciones no serían en Orlando.

Las cosas han cambiado, la marca creada por Walt Disney ha sufrido graves daños en los últimos años. No lo digo yo, lo dicen los capitales, entre marzo de 2021 y septiembre de 2023 las acciones de la compañía bajaron 58 por ciento, según datos de la Bolsa de Valores de Nueva York. ¿Qué le pasó a esta máquina de hacer dinero?

Al ser una empresa enfocada en el público infantil, Disney mantuvo históricamente una posición conservadora e incluso estereotípica hacia la familia y otros temas fundamentales. Sus filmes más famosos tomaron cuentos clásicos de la cultura europea, eliminando cualquier contenido que pudiera considerarse no apto para menores y siempre dotándolos de un final feliz.

Por ejemplo, en el cuento original de “La Sirenita” de Hans Christian Andersen, la protagonista muere convirtiéndose en espuma tras negarse a asesinar con una daga al príncipe, en “La Cenicienta” de los Hermanos Grimm las malvadas hermanastras quedan ciegas al ser atacadas por una parvada de palomas. Nada de eso era aceptable para Disney, la empresa garantizaba que sus parques temáticos y productos serían “seguros” para los niños, así construyó un vínculo de confianza con sus consumidores, los padres de familia.

A mediados del año pasado, Karey Burke, una alta ejecutiva de Disney, anunció públicamente que para finales de 2022 el 50 por ciento de los personajes representarían a algún tipo de minoría, incluyendo a la comunidad LGBTQ+, también dijo que las políticas de los parques cambiarían para ya no hablar en términos binarios (“hello boys and girls”) sino neutros (“hello friends”). Algunos sectores en Estados Unidos identifican a ese tipo de políticas con el término “Woke” (despierto), y han emprendido campañas de sabotaje bajo el lema “Go Woke, Go Broke”.

Me parece que el caso de Disney aporta un par de enseñanzas, la primera es que la sociedad está cada vez más polarizada, muchas personas conciben la realidad como una lucha de facciones en la que no caben las medianías, y la segunda es que los cambios para mantener a una marca vigente pueden ser arriesgados, un consumidor que se siente traicionado será difícil de recuperar, bien lo dice un dicho: toma años lograr la confianza y solo unos instantes destruirla.

Post scriptum. Quien está gozando de una gran propaganda es el señor Eduardo Verástegui, cuya película “Sonido de Libertad” está teniendo un rotundo éxito. El actor mexicano dijo en redes sociales que Disney no tuvo interés en distribuir el filme, tal vez fue otro error.

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