Uso de Razón

América Latina, contra EU y a los brazos de China

La invitación a Xi Jinping a que fuera el único presidente ajeno a la región de América Latina y el Caribe para dar un discurso en la Celac es una toma de posición.

MIAMI, Florida.- El mensaje más contundente de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en la Ciudad de México, fue la invitación al presidente de China a que ofreciera un mensaje videograbado a los mandatarios reunidos en Palacio Nacional.

La invitación a Xi Jinping a que fuera el único presidente ajeno a la región para dar un discurso en la Celac es una toma de posición.

Los gobiernos de México, Cuba y Venezuela querían un acuerdo para romper la OEA –que tiene a Estados Unidos y Canadá– y no lo lograron.

Con la presidencia pro tempore de la Celac, el gobierno de México invitó al líder chino.

Imposible mayor claridad en el mensaje: se quiere excluir a Estados Unidos de los foros continentales, y acercar a América Latina con el gigante comunista de Asia.

El movimiento es revelador por varios motivos.

Hostilidad a una potencia democrática, Estados Unidos, y abrimos los brazos a la potencia comunista donde no hay libertad de expresión, ni libertad política, ni pluralismo, ni derecho a disentir del gobierno, ni derecho a huelga, ni elecciones libres. En cambio, se violan los derechos humanos, se persigue y encarcela a disidentes y se comete genocidio contra una minoría religiosa.

La ‘invasión blanda’ de China en América Latina no es sólo económica, tecnológica y financiera. También tiene un componente militar.

Ya se expuso en una columna anterior (https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2021/09/06/china-la-invasion-blanda/) que China desplazó a Estados Unidos como el principal socio comercial de América del Sur, y que sus empresas están obligadas a dar los datos confidenciales de sus clientes cuando el Estado se los requiera, pero falta de explicar algo de la cooperación militar.

Algunos de esos convenios fueron explicados en el Capitolio por Evan Ellis, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos:

-Las actividades militares chinas en la región incluyen venta de aviones de combate K-8 a Venezuela y Bolivia. Ahora el gobierno argentino de Alberto y Cristina Fernández compraron el chino JF-17, que es el caza más capaz que la República Popular China haya vendido en la región.

-China ha vendido radares de defensa aérea JYL-1 y radares JY-27A de largo alcance a Venezuela, y suministrado blindados a ese país, así como a Bolivia, Argentina y Ecuador. También incluye la donación de aviones Y-8 e Y-12 (para transporte de tropas).

-Los vehículos blindados, incluidos los VN-1, fueron utilizados por el régimen de Maduro para reprimir las protestas democráticas y evitar que jure el presidente venezolano Juan Guaidó, y que ingresaran otros miembros a la Asamblea a la que habían sido elegidos.

-En Neuquén, Argentina, China instaló un “radar de espacio profundo” (monitoreo espacial) que es operado por personal militar del Ejército Popular de Liberación de China (EPL), con acceso limitado a personal argentino. Más allá del radar, la República Popular China y su empresa estatal Great Wall Industrial Corporation han ayudado a desarrollar y lanzar ocho satélites para la región, para Brasil, Venezuela y Bolivia.

Xi Jinping, en su mensaje a los presidentes de América Latina y el Caribe en Palacio Nacional, dijo que “frente a la aparición repentina del Covid-19, China y América Latina y el Caribe nos unimos en una lucha solidaria contra la pandemia, desplegando una cooperación en todos los aspectos”.

Sí, efectivamente, “en todos los aspectos”:

En Brasil y en Dominicana, China ha empleado el acceso rápido a sus vacunas para obligar a esos gobiernos a revertir decisiones anteriores que excluían a la empresa de telecomunicaciones Huawei de sus redes 5G.

Quiso hacerlo también en Paraguay, y el presidente de ese país respondió que no.

Dijo Xi Jinping en el discurso en la Celac: “China seguirá ofreciendo la ayuda a nuestro alcance a los países de la región para contribuir a su pronta superación de la pandemia y su recuperación socioeconómica”.

El discurso fue correcto: “China está dispuesta a trabajar junto con los países de América Latina y el Caribe para superar las dificultades coyunturales, crear oportunidades y promover mancomunadamente la construcción de futuro compartido China-América Latina y el Caribe”.

Muy bien, salvo un par se detalles:

¿Por qué un discurso de Xi Jinping en un foro con los presidentes de América Latina?

¿Por qué invitar al presidente chino a hablar en el organismo continental que el gobierno de México pretendió que sea el sustituto de la OEA?

Obviamente se trata de retar a Estados Unidos, y a Biden en particular.

Y ponerse bajo el paraguas político de una potencia comunista en la que no hay democracia, ni derechos humanos ni libertades.

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