El Instituto Nacional de Migración de México da a Colombia el trato de país enemigo.
Con papeles en regla y sin haber cometido delito alguno, centenares de ciudadanos colombianos son detenidos cada semana en las terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por el único hecho de ser originarios de ese país.
El militarismo que se expande en las instituciones mexicanas tiene en el Instituto Nacional de Migración a uno de sus exponentes más aventajados.
Fui testigo de la crisis de pánico de un señor colombiano al que regresaban a Bogotá en un vuelo de Aeroméxico, luego de haberlo tenido preso toda la noche anterior en una cárcel improvisada en el aeropuerto de la Ciudad de México.
Traía pasaporte en regla y llegaba a casa de su sobrina, a la que venía a visitar, y le negaron el acceso al país sin ninguna razón legal. Dijo que en la noche le dieron una pastilla que lo alteró, y “fui tratado como un delincuente”.
A ojo, los agentes de migración deciden qué colombiano puede entrar y cuál no.
Con ellos la ley no es la ley, sino el criterio de un burócrata investido de plenos poderes.
Si Gabriel García Márquez viviera ya habría abandonado México, como hizo con España cuando empezó a pedir visa a los ciudadanos colombianos: no fue nunca más.
El aliento militar que recorre y se empodera de las instituciones y funcionarios mexicanos está cambiando el rostro del país. Y no va despacio.
¿Por qué dar a los ciudadanos colombianos el trato de país enemigo?
México no está en guerra con nadie.
Con las vacaciones ya pagadas o las reservaciones de hotel confirmadas, colombianos son detenidos, encerrados por 12 o 24 horas en un cuarto sin ventilación ni higiene, para posteriormente expulsarlos en un vuelo de regreso a su país.
En los discursos oficiales se les llama “hermanos”, y en la práctica se les humilla.
Juan Pablo Calvás, editor general de W Radio Colombia, articulista de El Tiempo de Bogotá y El País América, presentó en su programa radial los videos que muestran el maltrato a colombianos que llegan legalmente a nuestro país.
No se trata de personas que quieren entrar ilegales o a patadas en la frontera: familias completas que son separadas en cuartos de detención en el aeropuerto internacional capitalino, incomunicadas, humilladas, sin haber cometido un sólo delito.
“Esto hay que decirlo, porque nunca lo habíamos visto: el maltrato que estamos viviendo los colombianos en un país que creíamos cercano, hermano, México”, dice al aire Juan Pablo Calvás.
“¿Qué le hicimos a ese país? ¿Qué le hicimos a México?”, pregunta el directivo de W Colombia mientras presenta las imágenes.
Uno de los que ha vivido ese calvario en el aeropuerto capitalino es el youtuber y conferencista internacional Pablo Ravelo, quien logró videograbar imágenes de la prisión mexicana en la principal terminal aérea del país.
Cuenta Ravelo que la sola sospecha de un agente de migración hacia un colombiano es motivo de encierro.
Nos forman y nos llevan a un segundo sitio, sin informarnos nada, nos quitan pasaportes y celulares, dice. Ya en el cuarto, también nos quitan hasta las agujetas de los zapatos.
Las familias son separadas, hombres y mujeres, los encierran en un cuarto con crujías de cárcel, sin ventanas ni ventilación, un baño para todos y sin papel higiénico ni jabón. Nada de comer.
-¿Por qué estoy aquí?
-Por feo.
“Ni siquiera te dicen que porque eres colombiano”, señala el youtuber.
Grabó una discusión a gritos entre un padre de familia detenido y un agente de migración. “¡Ábrame! ¡Ábrame!”, dice el padre de familia.
-¡Siéntate! ¡Siéntate! ¿¡Te vas a sentar o te siento?!
-Quiero ver a mi hija chiquita. A mi esposa, está enferma –dice para que le permitan ver a su familia, presa en otro lugar del aeropuerto–.
El video del programa de W Radio Colombia, con las imágenes y entrevista al youtuber, se puede ver completa en este link: https://m.youtube.com/watch?v=pyVyA_4doiE
Las preguntas son obvias: ¿por qué los detienen si no han cometido ningún delito?
¿Por qué México viola derechos humanos de hombres, mujeres y niños, que nada malo han hecho?
¿Por qué la hipocresía de llamar “hermanos” a quienes nuestras autoridades migratorias tratan como enemigos?
¿A qué guerra están jugando en el INM?
Si lo hacen por el narco, ahora son los cárteles mexicanos los que dominan el negocio en Colombia.