Las declaraciones del exsecretario de Gobierno de Nayarit en la corte de Brooklyn, Édgar Veytia, lejos de hundir a Genaro García Luna, exhiben lo endeble de la acusación.
El señalamiento al expresidente Felipe Calderón, al que acusa de haber dado instrucciones de proteger al Cártel del Pacífico, es ridícula. Al menos para el observador mexicano.
Si algún gobierno ha protegido al Cártel del Pacífico, es decir al del Chapo Guzmán y socios, es el actual.
Ese cártel intervino en las elecciones de 2021 en favor del partido gobernante en México. Lograron gobernadores morenistas en casi toda la franja del Pacífico, desde el Suchiate hasta la garita de San Isidro.
Documentados están los secuestros de funcionarios de casillas y operadores electorales del PRI en Sinaloa en la pasada elección, perpetrados por el Cártel del Pacífico.
En Baja California Sur, donde las encuestas daban amplia ventaja al candidato del PAN, ganó el de Morena.
Si para algún partido trabaja el Cártel del Pacífico es para el que gobierna México. ¿Conciencia política luego de los abrazos? En las mafias los favores se pagan y las traiciones también.
Los periodistas Alain Feuer y María Abi Habib, del New York Times, publicaron en ese diario que “la explosiva declaración de Veytia, hecha de segunda mano, exhibió las debilidades de la fiscalía, construidas casi exclusivamente con testimonios de narcotraficantes, pero con escasas pruebas para sustentarlas”.
La fiscalía informó al juez Cogan que el próximo martes podría terminar con la presentación de declarantes. Lo que iba a durar hasta marzo, terminará en unos días. Se les acabó la pólvora contra García Luna. Viene el turno de la defensa.
Aquí en México, el presidente de Morena, el partido apoyado por el Cártel de Sinaloa –cártel que acusa a García Luna–, cantó victoria: “Se le cayó el cuento al espurio Calderón de que ‘no estaba enterado’ de todo lo que hacía García Luna”.
El nado sincronizado del cártel favorito de la 4T (con sus declarantes en Brooklyn), los dirigentes morenistas y el gobierno mexicano, se ha convertido en un show mediático.
La experimentada periodista mexicana que radica en Washington, Dolia Estévez, señaló que en 2019 Veytia dio información contra jueces, gobernadores y un exsecretario de la Defensa. Y en 150 horas de grabación nunca mencionó a García Luna (tampoco a Felipe Calderón, agrego yo).
En esa ocasión Veytia recibió una condena de 20 años de cárcel, por narco. Ahora –más de tres años después– requiere un nuevo arreglo para rebajar esa condena, y habla contra García Luna y el expresidente Calderón.
El otro declarante que llevaba dinamita es Héctor Javier Villarreal, extesorero del gobierno de Coahuila, preso por lavado de dinero y que pronto podría recibir una condena de décadas en prisión, es otro costal de mentiras.
Acusó a García Luna de dar 25 millones de pesos al periódico El Universal, un diario crítico del actual gobierno de México.
Como han dicho El Universal, en un editorial de primera plana, y el periodista Raymundo Riva Palacio, Villarreal incurrió en perjurio: mintió ante un juez (en este caso, Cogan).
Dijo, bajo juramento de decir verdad, que hizo un recorrido con García Luna y el entonces gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, por el búnker de la Secretaría de Seguridad Pública el 25 de septiembre de 2008. En esa época aún no existía el búnker.
Dijo además que García Luna les ofreció el software Pegasus… que se creó en 2010 y se puso a la venta un año después.
Acusó a El Universal de recibir 25 millones de pesos para “lavar la imagen de García Luna”… en las épocas de esplendor del secretario que está siendo juzgado.
¿Pruebas? Una factura, por una cantidad mucho menor, que pagó Turismo del estado de Coahuila para una campaña publicitaria.
Es decir, dinero facturado por la compra de publicidad. De eso viven todos los medios en el mundo.
De manera penosa, el diario La Jornada publicó como nota principal: “Pagaba García Luna a El Universal para limpiar su imagen”.
Sin fuente en la cabeza, hizo suya la acusación. No fue un titular, sino una proclama.
Nado sincronizado, pues.
Villarreal espera que no le den 20 años de cárcel, y obtener asilo en Estados Unidos.
Hasta ahora, no hay una sola prueba contra García Luna.
Al contrario, la debilidad del caso lo fortalece a él.
La petición de arrestar a García Luna ya había sido solicitada a la fiscalía en Houston, y fue rechazada por insostenible.
Aunque el jurado, que no conoce los entretelones de la faramalla contra el exsecretario de Seguridad de México, puede ceñirse a la tradición y declararlo culpable, como ocurre en 99.6 por ciento de los casos llevados a una corte por fiscales federales, de acuerdo con el Pew Research Center, citado por Dolia Estévez.
Con esa estadística en contra, García Luna se negó a declararse culpable.
¿Por qué?
Tal vez sea inocente.