Uso de Razón

Díaz-Canel, ¿viene por ‘cash’?

Lo que refleja la reunión en Campeche entre López Obrador y Miguel Díaz-Canel es una cercanía de nuestro gobierno con dictaduras impresentables.

La recepción al dictador cubano Miguel Díaz-Canel en Campeche, mañana sábado, estará a cargo del Presidente y de la gobernadora Layda Sansores. Gran foto. Los tres juntos.

Pero la visita no será únicamente para la fotografía, aunque ésta diga más que mil palabras. Díaz-Canel viene a algo que no se ha explicado.

El comunicado de la visita señala que ésta tiene relación con temas médicos, por la contratación de personal de salud cubano para atender a pacientes mexicanos.

Sí, cómo no.

Algún día no lejano sabremos a qué vino Díaz-Canel a México.

Nada de lo que hace el gobierno mexicano es producto de la casualidad ni una inocentada.

Los cubanos que aún gobiernan la isla no pierden tiempo ni gastan turbosina en visitas de cortesía.

Necesitan recursos, en divisas, para evitar nuevos levantamientos en Cuba.

Pueden comprar alimentos en Estados Unidos, sin restricciones por el embargo. De hecho, lo hacen. Ahí está su principal fuente de abastecimiento de diversos productos agrícolas.

El único requisito es pagarlo de contado. No tienen crédito, porque no pagan.

Mientras conozcamos la verdad acerca de la insólita visita e inverosímil agenda de trabajo, lo que refleja esta reunión en Campeche es una cercanía de nuestro gobierno con dictaduras impresentables.

Díaz-Canel no combatió en la Sierra Maestra ni asaltó el cuartel Moncada como hizo Fidel Castro, quien sí llenó de esperanza a millones de personas con el intento por construir una sociedad mejor. Fracasó, como es evidente, pero se intentó.

Nada queda de heroico en el experimento socialista cubano.

El actual presidente de Cuba es un burócrata sin más causa que salvarse del juicio, no de la historia, sino de los tribunales cubanos cuando, más temprano que tarde, caiga la dictadura.

Hace poco más de un año, en 2021, habitantes de la isla salieron a protestar a las calles porque no había alimentos ni medicinas.

La respuesta de Díaz-Canel fue aplicar la represión a los manifestantes y encarcelar a cuantos pudo. Actualmente hay 700 ciudadanos cubanos presos por protestar en demanda de comida.

Los compositores de la canción Patria y vida, Luis Manuel Otero y Maykel Osborne, fueron sentenciados a cinco y nueve años de cárcel, respectivamente.

Así, los exportadores de la canción de protesta a otros países castigan con cárcel a quienes escriban una para su patria.

El miércoles estuvo en La Habana el enviado papal Beniamino Stella, cardenal, y ante el presidente Díaz-Canel hizo público el exhorto del papa Francisco para liberar a los presos políticos de la isla.

Por caridad, suéltenlos, fue el mensaje.

La Guerra Fría concluyó hace años, por lo que no hay razones para exhibir de manera ostentosa la cercanía con el gobernante cubano.

Esperaríamos, de nuestro gobierno, que funja como gestor de la libertad de los cubanos encarcelados por protestar o por cantar. Que la reunión sirva para algo digno de justificarla.

Así ocurrió en las épocas de acercamiento entre ambos gobiernos. México ayudó. Ahora lo que hay es complicidad con la represión.

El gobierno mexicano aboga en los foros internacionales por la dictadura cubana, y contra el derecho de los ucranianos a defenderse de la invasión rusa.

Se condena la venta de armas a Ucrania, en un claro favor a Rusia.

Qué amiguitos: Díaz-Canel y Putin.

El equipo internacional que investiga la caída del avión de pasajeros de Malasya Airlines en 2014, que dejó 298 muertos, señaló que Putin tiene responsabilidad en el derribo de la aeronave.

Lo tiraron los separatistas de Donetsk (Ucrania), con los misiles antiaéreos BUK proporcionados por Putin.

Contra ese crimen no hay pronunciamiento. Lo cometieron las armas del amigo Vladímir.

Tampoco hay una convocatoria al humanismo de Díaz-Canel para solicitar la liberación de los presos en Cuba, por “ultraje a los símbolos de la patria, desacato y desórdenes públicos”.

Solidaridad con los dictadores.

Y ayuda económica en dólares al contratar a médicos cubanos para atender a pacientes en nuestro territorio, que podrían ser vistos por la medicina pública mexicana.

Bueno, aunque las circunstancias no son propicias desde que el gobierno despojó a 15.5 millones de personas de su derecho a ser atendidos en el sector salud.

Díaz Canel necesita cash.

Mañana será recibido por Layda Sansores.

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