Los gobernantes de Morena hicieron sus compadres a los narcos en regiones que hoy se incendian.
Todos lo vimos: la alcaldesa de Chilpancingo arrancó su trienio sentada con los capos del cártel de Los Ardillos que querían la plaza, en manos de Los Tlacos, y ahora le reclaman su incumplimiento.
Protegieron a un cártel, el de Sinaloa, y el rival, Jalisco Nueva Generación, también reclama trato preferencial. ¿No quieren? Entonces por la fuerza: secuestran a 16 empleados públicos en Chiapas y sientan al gobierno.
El poderoso cártel que atacó la Central de Abasto de Toluca y calcinó a nueve personas, entre ellas a tres menores de edad, busca el control de la extorsión y el derecho de piso, desplazar la hegemonía de La Familia Michoacana y le dice a Delfina Gómez que con ellos, y no otros, debe negociar.
Asesinan a periodistas con la mano en la cintura. Mataron al corresponsal de La Jornada en Nayarit, Luis Martín Sánchez, y dos días después la alcaldesa de Tepic pidió licencia al cargo… para incorporarse a la campaña de Claudia Sheinbaum.
Mientras la nación sufre el mayor embate armado de organizaciones criminales, el Presidente ocupa su tiempo en jugar a los tapados, a las corcholatas y a desprestigiar a la posible candidata opositora.
Ninguna de esas es su función. El país se incendia y las llamas se ven hasta en Estados Unidos.
Desde la lapidaria aseveración del general Glen D. VanHerck, jefe del Comando Norte en marzo de 2021 (35 por ciento del territorio mexicano en manos del narco), la perspectiva desde la Casa Blanca, el Congreso y la academia es coincidente: la situación de ingobernabilidad en ciertas regiones de México ha empeorado y puede empeorar aún más.
El Instituto Baker, de la prestigiosa Universidad de Rice, Texas, entregó en enero de este año el estudio México Country Outlook 2023, del que reproduzco algunas partes.
Son previsiones certeras, sin carga ideológica, que sólo la irresponsabilidad presidencial se niega a ver:
Disputas del cártel de la droga entre Sinaloa y CJNG en 2023
El conflicto entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es la batalla definitoria de la guerra contra las drogas en México. Existen dos posibilidades compensatorias para que el Cártel de Sinaloa avance hacia 2023. En la primera, las facciones dentro del Cártel de Sinaloa podrían fragmentarse y entrar en un conflicto interno. En el segundo, que creemos más probable, el Cártel de Sinaloa trabajará diligentemente para contrarrestar al CJNG. El Cártel de Sinaloa no puede darse el lujo de fragmentarse entre grupos como las facciones lideradas por Chapitos y Mayo Zambada. Las presiones externas promueven así la cohesión interna. Veremos una expansión continua del CJNG, limitada sólo por la fragmentación interna y las fuerzas del Cártel de Sinaloa (otro impulsor de la violencia).
Puntos calientes violentos
Esperamos que continúe la violencia en la región más amplia de Tierra Caliente que comprende el Estado de México, Michoacán y Guerrero. Esperamos que las ciudades portuarias como Manzanillo, Colima y los estados circundantes sean objeto de disputas directas o indirectas entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG.
Los puertos son de vital importancia para el comercio de drogas sintéticas, dada la necesidad de precursores químicos importados de China y, cada vez más, de India.
Además, esperamos que los estados a lo largo de la frontera vean altos niveles de violencia a medida que se desarrolla esta batalla en estados como Baja California y Sonora. Los altos niveles de violencia continuarán en Zacatecas y Guanajuato, donde los oleoductos y las carreteras a la frontera han hecho que estos estados sean más valiosos en una era de tráfico de fentanilo y robo de petróleo.
El crimen organizado se expande a los mercados legales y las elecciones
Las elecciones mexicanas se han caracterizado por la intromisión del crimen organizado, como sucedió en las pasadas elecciones en Sinaloa, Sonora, Guerrero y Nayarit. Lamentablemente, esperamos que estos grupos criminales intenten intervenir y financiar las elecciones del próximo año en el Estado de México y Coahuila para obtener beneficios y actuar con impunidad. El crimen organizado continuará expandiendo sus tentáculos hacia los mercados legales y lícitos.
Más violencia de alto impacto
Es probable que los niveles generales de violencia se mantengan estables o aumenten levemente a 27-30 homicidios por cada 100,000 habitantes, con aumentos en los incidentes de seguridad de alto perfil entre los cárteles y el Estado. Las respuestas violentas a las aprehensiones de altos mandos del cártel se han convertido en la norma desde la liberación de Ovidio Guzmán en octubre de 2019 tras un asedio del Cártel de Sinaloa en Culiacán. En respuesta al intento de arresto de dos operadores del cártel en agosto de 2022, el CJNG respondió con violencia a gran escala en Baja California que incluyó 30 vehículos quemados. El alcalde de San Miguel Totolapan, Guerrero, fue asesinado en la presidencia municipal junto con otras 17 personas. El descarado ataque que contó con cortes de ruta y también tuvo como blanco la casa del alcalde fue reivindicado por el grupo armado Los Tequileros. Es probable que haya más incidentes de alto impacto como este en 2023. Estos incidentes se están volviendo tan comunes que ya no aparecen en el ciclo de noticias. (Fin de las citas).
El incendio de México se ve desde Estados Unidos. Se adelanta incluso lo que va a suceder.
Aquí AMLO juega a las corcholatas y a destapar tapados.
Y se enoja si alguien gana más que él.
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