Uso de Razón

México sin piloto

El violador número uno de la Constitución es quien juró cumplirla y hacerla cumplir. ¿Qué sigue? Obvio: la ley de la selva.

A ver, ¿cómo es que el Cártel Jalisco Nueva Generación entierra explosivos y mata, mediante una trampa, a media docena de agentes ministeriales y a civiles, y el Presidente no reacciona ante el terrorismo del narco?

¿Cómo es que la gobernadora de Guerrero le pone una mesa de negociación al cártel de Los Ardillos a cambio de liberar rehenes?

¿Cómo es que en Michoacán hay minas antipersonales en municipios de la región de Tierra Caliente, y el Presidente ni se inmuta?

¿Cómo es que matan periodistas más que en ningún otro lugar del mundo y el Presidente sólo dice que lo lamenta?

¿Cómo llegamos a la cifra de 160 mil asesinatos en un sexenio al que le falta más de un año para terminar?

¿Cómo es que el narco interviene como brazo electoral de Morena en Sinaloa, Sonora y Michoacán, y no hay detenidos?

¿Cómo es que tuvimos las elecciones con más asesinatos y secuestros de candidatos, precandidatos y dirigentes en casi un siglo –las intermedias de 2021–, sin detenidos ni carpetas de investigación que se conozcan?

¿Cómo es que intentaron matar a uno de los periodistas más relevantes del país hace siete meses en la Ciudad de México, y aún no sepamos nada de lo que ocurrió ni por qué ocurrió?

Estamos dejando pasar, como si fueran normales, hechos de profunda anormalidad.

México está a la deriva porque López Obrador sólo sabe de venganzas y de campañas negras.

No hay quién le aplique la ley ni lo obligue a trabajar para lo que fue electo.

El violador número uno de la Constitución es quien juró cumplirla y hacerla cumplir. ¿Qué sigue? Obvio: la ley de la selva.

Violó la ley en las elecciones del Estado de México y Coahuila. Ya lo había hecho en Nuevo León. Violó la ley con el plan C que consiste en “ni un solo voto a la oposición”. Y ahora es una máquina de difamar contra el Frente Amplio y su más aventajada precandidata presidencial.

A Xóchitl Gálvez la ha insultado todos los días. ¿Con qué derecho la llama pelele de la oligarquía, globo, al servicio de corruptos, títere, vendedora de tamales?

No hay Presidente para gobernar México, y al país se lo comen el narco y sus múltiples organizaciones criminales.

Xóchitl se lo preguntó, luego de recibir los insultos del día martes: “¿No tiene un país que gobernar?”.

Ayer pidió “a Claudio X.” que investigue los contratos que Xóchitl recibió de Fox. Ella le contestó que sus empresas son tan fregonas que hasta la 4T ha requerido sus servicios.

¿Por qué no investiga a la empresa que provocó la caída de la Línea 12 del Metro y mató a 27 personas?

¿A la empresa, que de él depende, que causó la tragedia en una plataforma de Pemex en el sureste?

¿La contratación de empresas patito en el IMSS para el mantenimiento de elevadores?

¿La compra de medicinas adulteradas en el hospital de Pemex en Tabasco que mató a trabajadores petroleros?

¿Las empresas fantasma a las que se compró alimentos en Segalmex?

¿Las empresas del compadre de Rocío Nahle que han obtenido miles de millones de pesos, sin concurso, en la construcción de la refinería en Dos Bocas?

¿La adulteración de vacunas contra el covid que rebajaron con agua?

¿A las personas inexistentes que compraron leche subsidiada que era para los niños, para venderla?

¿Las compras sin licitar del sector público?

No acabaríamos con la lista de los negocios turbios realizados en el actual gobierno, que prometió gobernar con el ejemplo. ¿Cuál se ha investigado?

¿Con qué derecho el Presidente ataca al ciudadano Ángel Gurría, burlándose de él por ser el “ángel de la dependencia”?

Gurría fue el encargado presidencial de renegociar la deuda externa de México, y la bajó hasta 10 por ciento del PIB.

¿De qué se burla López Obrador?

Destruyó un aeropuerto de clase mundial, avanzado en 33 por ciento, y esa destrucción la seguiremos pagando del presupuesto.

Gastó en la construcción de otro aeropuerto, de poca monta, sin conectividad adecuada, donde las aerolíneas no quieren llegar.

Y ahora va a comprar una línea aérea para que funcione ese aeropuerto.

AMLO entregará un país destrozado el próximo año.

Presume como logro la paridad peso-dólar, que no es mérito suyo, sino de los que llama gobiernos neoliberales.

Es logro del Presidente que más menciona y que más detesta: le otorgó autonomía al Banco de México, y para ello contó con los votos del PRI y del PAN en el Congreso.

Y es logro de la economía que está en el corazón del neoliberalismo, Estados Unidos: contuvo la inflación y prevé frenar el alza a las tasas de interés (eso atrae dólares a México, que paga mayores tasas, por decisión del Banco de México).

Lo que depende de AMLO está a la deriva.

El país va sin piloto, porque el Presidente ocupa su tiempo en manejar personalmente las campañas negras y orquestar venganzas políticas.

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