Uso de Razón

Argentina, este domingo, tal vez

Si Patricia Bullrich se queda en el tercer sitio, Argentina viajará al extremo. Entraríamos, en el continente, en la época de la polarización sin freno. Adiós al centro.

En un frenético sprint por alcanzar el segundo lugar e ir a la vuelta definitiva por la presidencia de Argentina, la candidata de centro-derecha Patricia Bullrich cerró campaña con un llamado a sus compatriotas a no dar “un salto al vacío” con Javier Milei.

La aspirante de Juntos por el Cambio es la esperanza de que el gigante empobrecido del cono sur de América no tenga que decidir entre la ineptitud del kirchnerismo y las ideas extremas de Milei.

Programada para este domingo, la primera vuelta de las elecciones argentinas está marcada por el desastre económico de los Kirchner, herederos del peronismo.

La inflación alcanzó un máximo de 150 por ciento anual y el dólar negro (ellos le llaman “blue”) está 100 por ciento arriba del dólar bancario.

Aunque Milei se dice confiado en ganar por nocaut el domingo, ninguna de las encuestas serias en Argentina respalda su optimismo.

En las mediciones hechas esta semana se apunta que Milei tendrá el primer lugar, con un abanico de entre 25.2 y 35.6 por ciento de los votos.

Como segundo en las intenciones de voto está el actual ministro de Hacienda, Sergio Massa, del partido kirchnerista Unión por la Patria (así le llaman al peronismo ahora), con rangos de 26.2 y 32.7 por ciento, y en tercero Patricia Bullrich con 21.8 a 28.9 por ciento.

Nada está decidido. Salvo, quizá la derrota del peronismo (kirchnerismo) este domingo o el 19 de noviembre, en caso de que su candidato, Massa, llegue a la segunda vuelta.

Acompañada del expresidente Mauricio Macri y de su contendiente interno en las primarias, el exalcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, Bullrich quiso alumbrar el panorama a los 35 millones 800 mil argentinos convocados a votar este domingo.

“Reflexionemos”, pidió en el mitin celebrado en la populosa estribación de la capital federal.

“De un lado, tenemos a los que hace 20 años vienen destruyendo el país y, del otro, a uno que nos dice: ‘dolarizamos sin dólares’, ‘vendé tus órganos’, ‘liberamos las armas’”.

Los conminó: “El único cambio real en Argentina somos nosotros”.

Como ha hecho los últimos días, Patricia Bullrich trató de exhibir a Milei porque sus “ideas son malas y peligrosas”.

Del kirchnerismo necesita tomar los votos para llegar a la segunda vuelta contra Milei. Si lo logra, gana.

Pero si Patricia Bullrich se queda en el tercer sitio –como indican las encuestas–, Argentina viajará al extremo. Conocen el camino.

Entraríamos, en el continente, en la época de la polarización sin freno. Adiós al centro.

Bullrich ha explotado al máximo las ideas más radicales de Milei, como la dolarización de la economía, la libre portación de armas para defenderse de la delincuencia y la venta de órganos para financiarse.

Ayer rechazó las ideas extremas de “romper relaciones diplomáticas con El Vaticano mientras esté el papa Francisco” en la silla de San Pedro.

Massa, el candidato-ministro del 150 por ciento de inflación, asusta con lo que sería un posible gobierno de Milei o de Bullrich, pues “quitarían los subsidios al transporte público”, dice.

Este domingo Argentina marcará rumbo. Nos dirá si aún hay espacio para el centro político o la polarización creada por el populismo no tiene reversa.

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