En un debate feroz, que reflejó la polarización que sembró en México Andrés Manuel López Obrador durante más de 20 años de odio y degradación de la convivencia política, se llegó a un punto central de los dos proyectos: empresa privada protagónica del desarrollo, sí o no.
Xóchitl Gálvez propuso dar certeza jurídica a las empresas para que puedan invertir, crear riqueza y ser el motor de la economía.
Señaló a la extorsión como la principal traba para los empresarios, producto de la delincuencia tolerada por un gobierno cómplice.
Claudia no se pudo quitar el señalamiento reiterado de ser la candidata de un “narcopartido”.
Dato importante: Sheinbaum defendió lo que ella considera ha sido la obra de López Obrador, pero se abstuvo de defender a los cercanos del Presidente en casos de corrupción en Dos Bocas y el Tren Maya, como le señaló Gálvez.
En lo económico estuvo el centro del debate, debajo de los insultos.
Para Xóchitl Gálvez hay que rescatar las rondas petroleras y la participación privada en generación de energías limpias, y eso para Claudia Sheinbaum fue como mencionar un pecado capital.
Claudia reiteró su respaldo a la destrucción del NAIM.
No tuvo respuestas a la caída del Metro, con un saldo de 27 muertos, por falta de mantenimiento, según el peritaje. Ni al agua contaminada en la Ciudad de México. Ni al crecimiento de la contaminación del aire en la capital del país, por la quema de combustóleo en la refinería de Tula.
Sheinbaum se mostró como la candidata continuadora de la política energética de López Obrador, tanto en petróleo, refinación y electricidad.
Xóchitl advirtió que se nos está yendo la oportunidad histórica del nearshoring por falta de energías limpias y baratas para abastecer a las industrias, y para subsanarlo propuso reintegrar a la iniciativa privada a la generación de electricidad.
Claudia puso el ejemplo del compromiso de la 4T con la generación de energía solar con los paneles que ella puso en la Central de Abasto de la Ciudad de México, y con la planta fotovoltaica instalada por el gobierno federal, este sexenio, en Puerto Peñasco.
Pésimo ejemplo el de la planta de Puerto Peñasco –como veremos esta semana–, donde se construyó una planta de mil 600 millones de dólares (que debió costar la mitad), y sólo servirá de manera eficiente al dueño del grupo Vidanta y sus complejos turísticos en la zona, y a 62 mil habitantes. Un atraco a los sonorenses.
Tiene capacidad para iluminar a 560 mil hogares. ¿Por qué no la pusieron junto a Hermosillo, o Ciudad Obregón, o en Mexicali? O en lugar de una planta de mil megawatts, diez de 100 megawatts junto a centros urbanos importantes.
Influyentismo para beneficiar a un aliado económico del grupo gobernante, es la respuesta a ese atraco.
Las dos hicieron propuestas, aunque Sheinbaum no fue clara para decir de dónde saldría el dinero. Gálvez sí: de la participación de la iniciativa privada y dejar de tirar dinero en Pemex, donde se han destinado 2 billones de pesos para producir menos y contaminar más.
Ambas se insultaron, aunque Claudia Sheinbaum justificó plenamente uno, que si bien fue insulto, no fue calumnia: “La candidata de las mentiras”.
Por ahorro de tiempo (hora del cierre), destaco tres:
En este sexenio la economía ha crecido más que en los gobiernos anteriores –dijo 3.2 por ciento–. Mentira: el actual ha sido el de peor desempeño económico desde que Miguel de la Madrid recibió una economía deshecha por el populismo.
México crecerá, en este sexenio, cuando mucho a un promedio de uno por ciento (1%) anual. Contra cuatro por ciento de Carlos Salinas, 3.6 con Ernesto Zedillo, 1.8 con Vicente Fox, 1.5 con Felipe Calderón y 2 por ciento con Peña Nieto.
Salinas y Zedillo tuvieron el precio del petróleo cerca de diez dólares por barril. Calderón afrontó la crisis mundial del sistema financiero y una epidemia de H1N1.
En el año duro de la pandemia, 2020, la economía mundial cayó -3.1 por ciento. Pero la economía de México cayó, con AMLO, -8.7 por ciento.
Más de un millón de Pymes quebraron por falta de apoyo del gobierno durante la pandemia.
Dijo Sheinbaum que con López Obrador se habían creado más empleos que en el sexenio anterior. Mentira. El promedio mensual de puestos de trabajo creados en esta administración es de 28 mil 616. En el sexenio pasado fue el doble: 57 mil 819 empleos mensuales.
Este gobierno no se ha endeudado como los anteriores. Mentira. Con Peña la deuda pública fue de 10.7 billones de pesos, y con AMLO 15.4 billones de pesos. Para el próximo año tendremos el mayor déficit presupuestal de los últimos 35 años.
Fue un debate feroz. Xóchitl lo dio todo y Sheinbaum se defendió como pudo, mayormente con mentiras.