También en los crímenes contra periodistas parece que habrá continuidad.
Con una diferencia menor a 24 horas fueron asesinados los reporteros Mauricio Cruz Solís, en la plaza de Uruapan, y Patricia Ramírez González en el centro de la capital de Colima.
A la periodista colimense, ampliamente conocida en su estado como reportera de espectáculos con el nombre de Paty Bunbury, la mataron el miércoles a las dos de la tarde a diez cuadras de la oficina de la gobernadora Indira Vizcaíno.
Mauricio Cruz fue abatido a tiros a las 20:42 de la noche, minutos después de entrevistar al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, afuera del edificio del ayuntamiento.
Sobre la tragedia, el escarnio de las autoridades. Como es costumbre, pues.
La Fiscalía General del Estado de Colima (FGE), sin investigar nada, señaló que una hermana de la periodista presuntamente habría tenido vínculos con el crimen organizado.
El Diario Avanzada, de la ciudad de Colima, publicó ayer que la fiscalía, en un primer comunicado, omitió el hecho de que Ramírez González era periodista, sin explicar las circunstancias exactas de su homicidio ni resguardar la identidad de sus familiares.
Poco después, informó Diario Avanzada, en una “actualización” sobre el caso, la FGE divulgó detalles que vinculan a la hermana de la víctima con actividades ilícitas, en un intento de relacionar a la víctima y su familia con el crimen organizado.
Con ese enfoque se desvió la atención de la investigación del homicidio, insinuando una supuesta “responsabilidad” indirecta de la propia víctima.
La predisposición miserable de las autoridades colimenses es bastante similar a la que en su momento tuvo el presidente López Obrador luego del atentado para matar al periodista Ciro Gómez Leyva en la Ciudad de México, cuando dijo que pudo haber sido un autoatentado para ganar rating.
Periodistas, articulistas, reporteros gráficos y camarógrafos dieron a conocer su posición en una carta abierta que tomo, en parte, del Diario de Colima:
“Como gremio periodístico hemos sufrido agresiones, hostigamiento, amenazas, obstaculizaciones para el desarrollo libre de nuestro trabajo y hasta detenciones, por el solo hecho de hacer nuestra labor, pero el asesinato de una compañera reportera rebasa todos los límites, cosa que no podemos dejar pasar como un hecho más”.
“No es posible que en una administración estatal que desde que asumió responsabilidades se autodefinió como feminista, permita que se sigan cometiendo asesinatos y feminicidios, sin que se dé con los responsables”.
“Como gremio siempre hemos elevado la voz para afirmar que, como periodistas y comunicadores, no queremos canonjías, sino que se nos otorguen las garantías consagradas en la Constitución, para poder ejercer con seguridad y libertad plena nuestro trabajo”.
El asesinato del reportero Mauricio Cruz, en la plaza de Uruapan, se dio en el contexto del clima de odio fomentado hacia la prensa, y en particular contra él, de parte del alcalde Carlos Manzo.
Cruz era fundador del medio digital MinutoxMinuto y conductor del programa de radio del Portal Primera Plana.
La noche de su asesinato había ido a dar seguimiento al incendio registrado en el mercado Tariácuri, y al regresar se encontró al alcalde Manzo que salía del palacio municipal y lo entrevistó (chacaleo, se dice en la jerga reporteril cuando uno se encuentra a algún personaje que es noticia y lo entrevista de manera informal).
Minutos después de despedirse del alcalde –narró ayer en estas páginas el reportero David Saúl Vela–, el periodista de 31 años fue atacado. En las cámaras quedó grabado el sonido de al menos cuatro disparos que mataron al comunicador e hirieron a otra persona.
Periodistas michoacanos expresaron su indignación por el crimen y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla dijo que había ordenado un operativo para dar con los responsables.
El alcalde de Uruapan hizo una transmisión en vivo para victimizarse él: “Todos estamos expuestos. Vamos a seguir trabajando y aguantando esta tormenta, este golpeteo y esta desestabilización”.
Ayer por la mañana la presidenta Sheinbaum fue consultada sobre estos crímenes:
“Tenía un grupo el presidente Andrés Manuel López Obrador para atención, en estos casos también de periodistas, lo estamos reactivando y se está trabajando para que no haya impunidad”, dijo.
En efecto, la continuidad “en estos casos” también está garantizada.