Uso de Razón

Lo halcones de Trump

Los ‘halcones’ suelen presionar en favor de un mayor gasto militar, políticas intervencionistas y una postura firme contra países adversarios o amenazas.

Las primeras designaciones de Donald Trump nos muestran una fauna disímil de figuras marcadas por su lealtad al líder más que por su experiencia.

Con los nombramientos se empieza a delinear también el regreso del tradicional “halcón” en temas de política exterior, una especie que estuvo en peligro de extinción en la era Biden.

En la política estadounidense un “halcón” es alguien que favorece una estrategia fuerte y a menudo agresiva en materia de política exterior y en defensa nacional.

Los “halcones” suelen presionar en favor de un mayor gasto militar, políticas intervencionistas y una postura firme contra países adversarios o amenazas.

Priorizan la seguridad nacional y pueden abogar por la acción militar en lugar de soluciones diplomáticas en situaciones en las que perciben un riesgo para los intereses o la seguridad de su país.

Con avisos de que propiciará algún tipo de intervención en México para combatir a los cárteles de las drogas, Trump está alineado con la corriente de los “halcones”, aun cuando en campaña prometió poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania.

En el gabinete de Trump no hay “palomas”, que tradicionalmente tienden a abogar por presupuestos de defensa limitados, centrarse en la ayuda humanitaria y apoyar soluciones diplomáticas por sobre los conflictos.

Los principales “halcones” de Trump son:

Marco Rubio, designado a secretario de Estado, ha sido uno de los críticos más notables de China en el Congreso. Con frecuencia denuncia los abusos de los derechos humanos, las prácticas económicas y la influencia de China a nivel mundial, y aboga por medidas para contrarrestar su influencia.

Rubio respalda una postura firme de Estados Unidos contra Rusia, en particular en respuesta a su agresión en Ucrania. Ha apoyado la ayuda militar a Ucrania y las sanciones a oligarcas rusos.

A diferencia de otros integrantes del círculo cercano de Trump, Marco Rubio ve a Rusia como una amenaza.

Es un duro crítico de los gobiernos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y del pasado presidente de México, López Obrador, por haberle dado poder y territorio a los cárteles de las drogas y ser defensor de tiranías.

Habrá, pues, un secretario de Estado que es firme partidario de las sanciones y la presión diplomática sobre Nicolás Maduro, de Venezuela.

El equipo de seguridad interior designado por Trump concentra a lo más selecto de los “halcones”, por su rudeza contra la migración y la tendencia a “echar mano a los fierros” para combatir a los cárteles mexicanos.

Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur, será la secretaria de Seguridad Nacional, con una biografía rabiosamente antiinmigrante. Ofreció al gobernador de Texas, Greg Abbott, mandar a la Guardia Nacional de su estado para frenar “la invasión” de extranjeros en la frontera con México y combatir a los cárteles de las drogas.

Con ella estarán otros dos “halcones” antiinmigrantes, Tom Homan como zar fronterizo, y el subjefe del gabinete presidencial, Stephen Miller, para realizar las “deportaciones más grandes de la historia”.

Mike Waltz fue designado asesor de Seguridad Nacional. Es el primer ex boina verde (una unidad militar de élite altamente entrenada que se especializa en guerra no convencional y contraterrorismo) en los altos mandos del gobierno de su país.

Es un creyente de que la proyección de fuerza de Estados Unidos es clave para la estabilidad global. Considera a China, Rusia, Irán y grupos terroristas como serias amenazas que deben ser acotadas.

Como miembro de los comités de Asuntos Exteriores y de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes, Waltz ha buscado que Cuba y Venezuela rindan cuentas por su falta de democracia.

Elise Stefanik será la embajadora de Estados Unidos en la ONU. Ella se inclina por apoyar a aliados de Estados Unidos en Asia y Europa para contrarrestar la influencia y amenaza de China y Rusia.

Ha sido fuerte partidaria de las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu en Gaza, en lo que ha calificado de una “guerra justa” contra Palestina.

Como miembro del Comité de Servicios Armados e Inteligencia, estuvo a favor de robustos presupuestos de defensa militar para Estados Unidos.

Trump designó a Mike Huckabee como embajador en Israel. Es defensor de la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania que, según él, no existe. “Es Judea y Samaria. No existe una ocupación”.

La cereza en la cetrería del nuevo gobierno es Pete Hegseth, un presentador de Fox News y veterano de las guerras de Irak y Afganistán, pero sin experiencia en el manejo del aparato militar.

“Pete es duro, inteligente y un verdadero creyente en el principio de Estados Unidos primero. Con Pete al mando, los enemigos de Estados Unidos están sobre aviso: nuestro Ejército volverá a ser grande y Estados Unidos nunca se echará atrás”, dijo Trump.

Así está el equipo del vecino del norte.

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