Madrid-. El distanciamiento al que Trump lleva a Estados Unidos de Occidente “y su idilio con la Rusia de Putin, que no se lo esperaba nadie en esta magnitud”, provocará que “China haga lo que siempre ha hecho: aprovechar la oportunidad”.
China, “el gran ganador con la globalización”, tomará la oportunidad que Trump le brinda para entrar con mayor fuerza en Occidente “con su comercio, inversiones y su talonario de préstamos”.
Así lo afirma en entrevista con EL FINANCIERO Juan Pablo Cardenal, escritor y periodista, corresponsal durante 11 años en China (2003-2014), articulista en The New York Times, South China Morning Post, El Mundo, El País, y autor de los libros La silenciosa conquista de China, La imparable conquista china y La Telaraña.
-¿Hay un propósito ideológico en la expansión de China?
-No creo que China tenga el propósito de exportar su modelo. Le gusta la dependencia que genera. En Asia tiene países satélites. ¿Eso es ideológico? No lo sé. Ellos lo que quieren es un entorno amable. Tienen buena relación con democracias y con dictaduras. No hay una cuestión moral de por medio. Quieren una relación amistosa, y si ella se transforma en dependencia y tener satélites, tanto mejor”. Cardenal explica que China lanzó su expansión internacional para que no se frenaran sus motores de la economía y no poner en riesgo “el pacto social que hay entre el Partido Comunista chino y el pueblo chino: tú no cuestionas el poder del Partido Comunista, a cambio de que el gobierno te garantice prosperidad”.
Hay que subrayarlo, dice: “todo lo que China hace en el extranjero tiene una clave doméstica”.
Así, “no les importa que siete millones de venezolanos hayan tenido que salir de su país por la dictadura. Si cae Maduro y entra un gobierno democrático, también les parecerá perfecto”.
-¿Cómo se tomará en Pekín el romance Trump-Putin? –pregunto al escritor radicado en Zúrich.
-Aún no conocemos el alcance de ese idilio inesperado. He leído que podría ser una estrategia para debilitar a China. Que sería el camino a la inversa de lo que hizo Nixon: vio que era una buena política entablar una buena relación con China para debilitar a la Unión Soviética. Es pura especulación.
-¿Qué debilidades tiene China?
-Yo no diría que China es un gigante con pies de barro, no. Pero tiene problemas estructurales enormes, porque es una economía doblemente dominada por el Estado, no sólo por el sistema que tiene, sino porque Xi Jinping se encargó de llamar al orden al sector privado. Hay una recentralización del poder en el Partido Comunista y eso incluye a la economía.
-¿Tiene la fuerza para desbancar a Estados Unidos?
-El mismo modelo que le ha permitido llegar hasta aquí, que les ha permitido la mayor transformación de la historia de la humanidad en tiempos modernos, no parece que sea el adecuado para una gran potencia. El consumo no está al nivel de las economías desarrolladas. El hecho de que no sea una economía libre, que se encuentra tan controlada por el Estado por razones políticas, es un obstáculo insalvable. Su modelo le ha servido para salir de la pobreza y para que la población haya prosperado significativamente, dudo que sea el modelo que se necesita para desbancar a la primera potencia económica y tecnológica del mundo”.
Va al detalle: “Las patentes que tienen son muy poco relevantes. En la industria farmacéutica no han hecho una sola molécula. Si no tienes un sistema libre, con incentivos para innovar, no lo vas a hacer”.
-¿Cómo es el sistema educativo chino?
Responde el veterano corresponsal en Pekín: “Es pura repetición. Es no cuestionar, no discutir el criterio del profesor. Las élites chinas van a estudiar a Estados Unidos”.
Continúa Juan Pablo Cardenal: “La expansión de las empresas chinas, lideradas por las grandes empresas estatales y los bancos, están todas sometidas a la voluntad del Ejecutivo, no son independientes. Todas tienen, al interior, su comité del Partido Comunista.
“Me lo decían los jefes operativos de una empresa china (que opera con déficit) en El Congo, que la razón de estar ahí era porque El Congo es estratégico para conseguir cobre y cobalto. Si trasladamos esa idea al tema de la economía en general, razones políticas que prevalecen sobre la eficiencia económica, estás poniendo un obstáculo a tu desarrollo”.
-¿Dónde están sus fortalezas, entonces?
-El mérito de China es la gran cantidad de datos que dispone. Además, son líderes en baterías, plantas solares, energía eólica, inteligencia artificial.
-El gobierno chino dice que está preparado para una guerra comercial “o de cualquier otro tipo”…
-Esa retórica la hemos oído siempre. Además, es lo que tiene que decir. No puede decir otra cosa –responde Juan Pablo Cardenal, y concluye:
“Donald Trump, con su discurso de hostilidad (a los aliados históricos de Estados Unidos), le ha regalado a China un gran balón de oxígeno para hacerse del liderazgo del llamado sur global”.