Hacia la luna

Un golpe brutal para cripto

Los negocios realizados en cadenas de bloques públicas son diferentes del modelo opaco que estuvo en el corazón de FTX y su empresa hermana, Alameda.

Esta última semana ha sido histórica para la industria de las criptomonedas, y no por una buena razón.

El ahora antiguo gigante FTX, que hasta hace una semana era el segundo exchange centralizado más grande e importante del mundo, llegó a ser una potencia de derivados con más de 10 mil millones de dólares en volumen diario. FTX y el fondo de cobertura de criptomonedas Alameda Research eran pilares del imperio encabezado por Sam Bankman Fried, quien fue aclamado como el salvador de las criptomonedas a principios de este año, después de rescatar a varias empresas cripto con problemas.

Era uno de los personajes favoritos de los reguladores e inversionistas, estaba en las grandes portadas de Fortune y Forbes. Y se codeaba con personajes como el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y el siete veces campeón de la NFL, Tom Brady. Entre la fila de inversionistas estaban Sequoia Capital, Softbank, Tiger Global, y más.

Pero no todo lo que brilla es oro, y sí este invierno cripto quería destapar a todos los proyectos fraudulentos, lo está haciendo muy bien.

El 2 de noviembre el sitio de noticias cripto CoinDesk publicó un informe basado en un documento interno de Alameda, la empresa hermana de FTX. El reporte reveló que la mayoría de los casi 15 mil millones en activos de Alameda en el segundo trimestre estaban compuestos por $FTT, un token emitido por FTX. Esto generó inquietudes sobre la capacidad de Alameda para pagar los 8 mil millones de dólares en pasivos informados y la naturaleza de la relación entre FTX y Alameda. El 6 de noviembre, el CEO de la empresa Binance, el exchange de cripto más grande del mundo, dijo que la compañía liquidaría su posición en $FTT. Esto desencadenó una ola de ventas en $FTT y los temores de insolvencia comenzaron a surgir. Para el 8 de noviembre, FTX se enfrentaba a una corrida en sus reservas, ya que los usuarios retiraron más de mil millones de dólares.

Con los mercados en crisis, Binance anunció que planeaba ejecutar una adquisición de emergencia de FTX. Se firmó una carta de intención, pendiente de debida diligencia. Los mercados vitorearon, pero el repunte duró poco a medida que surgieron más detalles sobre el agujero en el balance financiero de Alameda. Los mercados cayeron, con bitcoin alcanzando un mínimo de 2 años alrededor de 15 mil 500 dólares y ether se negoció en valores tan bajos como mil 75 dólares.

Para los defensores de las finanzas descentralizadas, de repente se vuelve vital resaltar cómo los negocios realizados en cadenas de bloques públicas son diferentes del modelo opaco que estuvo en el corazón de FTX y su empresa hermana, Alameda.

Lo bueno y lo malo: nadie los va a rescatar. Muchos van a argumentar que es el fin de cripto, y que para una industria con tanto potencial y tanto crecimiento en los últimos años, estas noticias sin duda bajan el ánimo y retrasan la adopción global, pero esta industria es mucho más que solo activos digitales. Es la nueva industria del arte con NFTs, es la industria del metaverso que está explotando y cualquiera puede ser parte, es la industria de los juegos descentralizados.

En los canales tradicionales, como siempre, muchos van a decir que es el fin de cripto. Este golpe duele a toda la industria, sí, pero se está limpiando de proyectos mal hechos y seguirá avanzando.

Paola Herrera

Paola Herrera

Apasionada en criptomonedas y Web3, y experta en habilitación y entrenamiento a mujeres sobre innovación financiera.

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