En las últimas semanas, bitcoin (BTC) ha experimentado un repunte impresionante, acumulando más de un 40 por ciento en ganancias y acercándose peligrosamente a su máximo histórico cerca de los 69 mil dólares por moneda.
La intensidad del mercado no solo ha atraído a los inversionistas comunes, sino también a especuladores y traders de corto plazo. Después de perder el inicio de este rally, estos especuladores y traders ahora se lanzan de cabeza utilizando instrumentos financieros más arriesgados con la esperanza de maximizar sus ganancias y recuperar el tiempo perdido (si te consideras este tipo de inversionista, bitcoin no es para ti).
Como el entusiasmo desenfrenado viene acompañado de una advertencia importante: la volatilidad inherente a estos movimientos y la posibilidad de que perseguir el rally en este momento puede ser una estrategia riesgosa.
Muchos se preguntan si estamos al borde de un nuevo hito o al precipicio de una corrección significativa a medida que bitcoin reclama nuevos máximos históricos en euros y se posiciona a solo un 5 por ciento de su récord en dólares estadounidenses.
Además de este aumento, el interés abierto en el mercado de futuros ha alcanzado niveles históricos, lo que indica que podría haber un mayor ingreso de capital. La liquidación de más de 60 millones de dólares en posiciones cortas ha aumentado el optimismo.
Todos los inversores deben actuar con precaución a pesar de que los indicadores actuales, como la demanda de compra institucional y las ganancias históricas relacionadas con el evento de halving de bitcoin, sugieren que podríamos estar en camino de superar los máximos históricos.
La prudencia y la diligencia debida nunca han sido más importantes en este clima de euforia especulativa.
Para los comerciantes y especuladores de corto plazo que buscan aprovechar esta ola, es crucial tener en cuenta tanto los posibles beneficios como los riesgos asociados con participar tarde en un rally ya consolidado. La historia de las criptomonedas está llena de éxitos impresionantes seguidos de fracasos igualmente impresionantes y no apto para nerviosos.
Como siempre hemos dicho en esta columna, la precaución debe ser la compañera constante de la codicia, especialmente en un terreno tan propenso a las fluctuaciones.
