Plaza Viva

Un mes de Boric

Es innegable un necesario y visible golpe de timón en la toma de decisiones gubernamentales, tanto para Chile como para la región.

Hace unos días se cumplió un mes de que Gabriel Boric asumierá la presidencia de Chile. El joven político llegó al gobierno con una gran exigencia social de cambio por detrás, y con una gran expectativa por delante, tanto de sus simpatizantes y electores, como de las miradas internacionales.

Lo que hace que este proceso genere tanta curiosidad e interés es el hecho de que Boric y su gabinete representan la puesta en marcha de un nuevo modelo: un gobierno progresista que no se parece a los otros gobiernos latinoamericanos que se identifican, o se han identificado, de esta manera. Las diferencias se manifiestan desde el propio discurso: la visión sobre la crisis climática y la protección del medioambiente, sobre los derechos humanos, la agenda nacional de género, la justicia fiscal y la relación con la oposición, por mencionar algunos.

Pero no todo es discurso. Por ello, será interesante observar cómo este proyecto lleva al gobierno sus propuestas y principios. Sin duda es muy pronto para hacer una evaluación de su gestión, que apenas da sus primeros pasos; sin embargo, ya podemos observar algunas acciones que vale la pena analizar:

1. Proponer una recuperación económica con una perspectiva de inclusión social. A través del plan Chile Apoya, el gobierno de Boric lanzó una apuesta por la recuperación económica a través de medidas sociales, fiscales, de inversión pública e incluso ambientales.

Entre las acciones de este proyecto, en el que se invertirán cerca de 3 mil 700 millones de dólares, se encuentran: congelar el precio del transporte público, aumentar el salario mínimo, financiar proyectos productivos y de reforestación, entregar apoyos a la comunidad cultural, abrir a la población el acceso a espacios de cuidados (de esta iniciativa hablaremos más adelante), entre otras.

2. Reconocer el trabajo de cuidados. Dentro del programa Chile Apoya también se anunciaron medidas relacionadas con esa labor que regularmente no se remunera, pero que es fundamental para la sociedad.

Por ello, el gobierno chileno anunció la implementación de horarios diurnos para que las jornadas laborales coincidan con los de las guarderías, la ampliación del acceso a guarderías subvencionadas por el Estado, así como acciones para volver accesibles las estancias de día y asilos para las personas de la tercera edad.

3. Hacer del agua una prioridad. Uno de los primeros ordenamientos promulgados por Boric es el nuevo Código de Aguas, el cual regula el uso de los recursos hídricos de Chile y establece las tareas estratégicas que debe cumplir la Dirección General de Aguas.

De acuerdo a lo mencionado por el propio gobierno, este nuevo Código busca priorizar el acceso para el consumo humano y permitir el avance hacia una transición hídrica justa y sustentable, tomando en cuenta, por primera vez, al cambio climático como factor de amenaza.

4. Mantener viva la memoria histórica. El pasado 30 de marzo, Boric visitó el memorial dedicado a las víctimas del llamado Caso Degollados, que conmemora a tres líderes políticos opositores que fueron asesinados en 1985, durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El hecho lanza un mensaje muy importante respecto a lo que el nuevo gobierno identifica como ‘el pasado’ con el que quiere contrastar, aquel que debe de mirarse todos los días, para recordar los errores que no se pueden repetir en una sociedad.

Como ya he mencionado antes, el tiempo aún no permite un profundo análisis. Sin embargo, es innegable que existe un necesario y visible golpe de timón en la toma de decisiones gubernamentales, tanto para Chile como en la región. Seguramente en los siguientes meses veremos más acciones y decisiones del nuevo gobierno chileno que nos mostrarán cómo este nuevo modelo gestiona las exigencias y las altas expectativas con las que carga.

Valdrá la pena mantener la atención a esta nueva administración, las experiencias de los otros países latinoamericanos siempre serán enriquecedoras para pensar la política y el futuro desde México.

COLUMNAS ANTERIORES

Un hogar digno para todos: inversión en vivienda social en la Ciudad de México
¿Democracia o un CEO?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.