Plaza Viva

Dos formas de gobernar

El municipio de Zapopan, en Jalisco, es un buen ejemplo de lo que sucede cuando los gobiernos solo benefician a unos pocos dejando a su suerte a la mayoría de la población.

El próximo 2 de junio millones de mexicanos tendremos la oportunidad de votar y con ello decidir qué tipo de gobierno queremos para los próximos años. En juego se encuentran más de 20 mil cargos de elección popular, pero también la posibilidad de cambiar las administraciones que no han dado los resultados necesarios.

El municipio de Zapopan, en Jalisco, funciona como un buen ejemplo de lo que acontece todavía en muchas partes de nuestro país, cuando los gobiernos solo benefician a unos pocos dejando a su suerte a la mayoría de la población.

Con más de 1.4 millones de habitantes, Zapopan es la segunda área conurbada más poblada de México, solo detrás del Área Metropolitana del Valle de México. Se trata de un municipio lleno de contrastes y profundamente desigual; según el Atlas de la Desigualdad Jalisco de 2021, Zapopan registró el mayor índice, al mostrar que no todas las personas tienen el mismo acceso a bienes y servicios.

Para quien no conozca, el municipio cuenta con exclusivas zonas comerciales y financieras, pero también con colonias enteras que se encuentran en situación de pobreza, donde el olvido gubernamental es demasiado notable. Un informe del Coneval revela que uno de cada cinco habitantes de Zapopan se encuentran en situación de pobreza y en algunos casos se padece pobreza extrema.

Con colonias enteras, sin pavimentación y con intermitencia o falta de servicios públicos, las y los zapopanos tienen que vivir con un gobierno que ha priorizado los negocios antes de buscar atender las necesidades de la mayoría de las personas. De los casos más notables de mala administración es la desaparición de 300 millones de pesos durante la gestión de Pablo Lemus como presidente municipal de Zapopan, los cuales fueron depositados en Accendo Banco, una institución que entonces contaba con acusaciones de lavado de dinero y falta de capitalización, aspectos que señalaban que la institución no cumplía los requisitos mínimos para invertir recursos públicos.

El ceder espacios y servicios públicos para intereses privados ha sido una constante en los gobiernos de Movimiento Ciudadano. En las últimas semanas, hemos visto cómo las administraciones naranjas han sido omisas con el tema del alumbrado público. Por muchos años Zapopan ha estado a oscuras, actualmente se tiene el registro que el 68 por ciento de las luminarias del municipio no funcionan.

La situación es grave, pero no se justifica la decisión por parte del gobierno emecista al adquirir un compromiso por 18 años y con un costo de 4 mil millones de pesos, es decir, 20 millones de pesos al mes, lo que se traduce en una deuda importante para cada habitante de Zapopan para cubrir este servicio público.

Así como Zapopan, decenas de municipios en todo el país se encuentran en manos de personas que no buscan el bien común, por eso la importancia del 2 de junio para dar pie a administraciones que sí vean por la mayoría de las personas. Gobiernos que entiendan del cuidado del dinero público para que este no sea depositado en instituciones o proyectos dudosos, incluso para ello se pueden contar con diferentes mecanismos o colaboración con la ciudadanía, como contar con revisiones externas y periódicas a los diversos depósitos que realizan los gobiernos a instituciones bancarias y así evitar más casos como Accendo Banco.

Para atender el tema de licitaciones será necesario que cada municipio cree marcos regulatorios, los cuales ayuden a prevenir que se beneficie a un solo proveedor o que su propuesta sea realmente la mejor para las finanzas públicas.

Tenemos la oportunidad de escoger gobiernos centrados en el bienestar, en la transparencia y rendición de cuentas, así como el trabajo para la mejora de los servicios públicos sin que represente una grave deuda. El panorama actual exige que sigamos luchando contra la corrupción, contra los acuerdos que solo benefician a unos cuantos.

Nuestros votos deben encaminarse a proyectos que apuesten por la innovación, por buscar atender los problemas de raíz y la correcta gestión de recursos públicos, ya que los próximos años serán cruciales para atender las crisis que ya nos acechan, como el cambio climático, el tema de la vivienda, la salud mental y cuidados, así como la seguridad y atenderlas solo será posible con administraciones conscientes y honestas.

COLUMNAS ANTERIORES

Regulación de la IA: oportunidades y retos
Justicia para los ‘socios’; la nueva reforma laboral

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.