En las últimas semanas, la política de Estados Unidos ha vivido una serie de eventos sorprendentes que han sacudido su escenario electoral. Desde incidentes personales en debates, hasta un intento de asesinato, estos sucesos podrían definir no solo el rumbo de este país en los próximos años.
Las elecciones del 5 de noviembre definirán, por ejemplo, la postura de la mayor potencia militar del mundo en diferentes conflictos. Definirán también las políticas en materia de seguridad, comercio y migración que Estados Unidos tomará, por lo menos durante los próximos cuatro años, con respecto a México.
Hace apenas una semana, el candidato republicano Donald Trump, sufrió un intento de homicidio, del cual recibió un disparo en la oreja. Detalles como los motivos del tirador permanecen confusos. Sin embargo, lo que está claro es que este suceso ha generado una oleada de especulaciones y teorías de conspiración: los simpatizantes de Trump lo han visto como un intento de silenciarlo, mientras que sus detractores lo consideran una consecuencia de su entorno polarizante o incluso un montaje. Este evento, capturado en una fotografía que quizá se convertirá en una de las más emblemáticas de la historia, ha añadido una capa más de incertidumbre a la ya volátil atmósfera política estadounidense.
Es en este contexto en que, un par de días después, se dio la nominación del senador JD Vance como candidato a la vicepresidencia. Vance, autor de Hillbilly Elegy, un libro sobre las dificultades cotidianas de las personas blancas trabajadoras en zonas desindustrializadas de los Estados Unidos. Con acciones como esta, Vance ha construido su carrera sobre la narrativa de la clase trabajadora blanca de Estados Unidos, una base de apoyo crucial para el Partido Republicano.
Su perfil combina una historia personal de superación con una postura política conservadora, lo que le ha permitido conectar con una amplia franja del electorado. Su nominación se puede leer en varios sentidos: uno, por la necesidad de conectar con regiones clave para atraer al voto republicano; y dos, más relevante para nuestro país, como un mensaje a México sobre la rispidez que espera a la relación entre los países. Recordemos que hace poco el legislador propuso que los marines entrarán a territorio mexicano, sin ninguna autorización nuestra, a combatir a los cárteles de la droga. Difícilmente se encontraría un perfil más radical que este en la política estadounidense.
En el lado demócrata, el escenario también se ha sacudido de manera estrepitosa. Citando razones de salud y la necesidad de un liderazgo renovado, este fin de semana el presidente Joe Biden ha decidido declinar su candidatura para la reelección. Es probable que ‘bajarse’ de la candidatura viniera también a causa de la presión ejercida por su propio entorno, que habría dejado de creer en él para alcanzar un triunfo después del fallido atentado a Trump. Muestra de esta desconfianza a la candidatura de Biden se puede leer en que tan solo fueron necesarias ocho horas para que los demócratas recibieran 50 millones de dólares de donaciones para la candidatura presidencial. Una candidatura aun sin candidata o candidato generó un furor de esperanza entre los simpatizantes.
En su lugar, se ha señalado que será la vicepresidenta Kamala Harris la encargada de tomar las riendas. Harris, quien ya ha hecho historia como la primera mujer y persona de color en ocupar la vicepresidencia, ahora se enfrenta al reto de liderar una campaña presidencial en un momento crucial. Su candidatura promete un enfoque renovado en temas de justicia social, cambio climático y derechos civiles, buscando atraer tanto a la base tradicional del partido como a nuevos votantes jóvenes y a mujeres.
En solo una semana, estos cuatro eventos solo subrayan la imprevisibilidad de la política estadounidense y plantean preguntas importantes sobre las elecciones que se avecinan: ¿cómo responderá el electorado a estos cambios? Lo que es seguro es que los próximos meses serán decisivos, y la política estadounidense seguirá siendo un espectáculo a la vez fascinante y complejo, pero también muchas veces provocador de zozobra cuando se observa desde este lado de la frontera.