Los días Santos son sumamente especiales, la ciudad que expresa de manera más bella y artística la devoción, pasión y fe, es Sevilla.
Existen formas, tradiciones y rituales que deben permanecer intactos durante la lidia. Cada torero a pie o a caballo puede y debe interpretarlos a su manera, lo que genera la rica diversidad de estilo, pero sin perder las formas, sin querer engañar o vender lo que no se ha consumado ante el toro.
El toreo es la expresión artística más profunda, no sólo porque obliga a desnudar los sentimientos del torero sino porque pone su vida de por medio.
La ilusión de la gente por ver una vez más o por primera vez, incluso, al mejor rejoneador del mundo generó una ola de entusiasmo que inyectó fuerza a la fiesta de los toros en nuestro país.
La casta es la base de la bravura, la acometividad poderosa que esconde las cualidades de fijeza, nobleza y celo por seguir capote o muleta.