San Miguel de Allende se convirtió hace 23 años en el hogar en México de la familia Hermoso de Mendoza. La magia de la ciudad, su cultura, calidez, diversidad, gran oferta gastronómica y social arraigaron al maestro Pablo Hermoso de Mendoza, a su familia y a su equipo en el bajío mexicano.
Desde su debut en nuestro país en 1999, el Maestro ha pasado prácticamente 6 meses aquí y seis meses en Europa, por lo que sus raíces mexicanas están más que probadas y con hechos se demuestran año con año.
Por ejemplo, el debut en México de su hijo Guillermo, hoy un rejoneador de altos vuelos, se dio en la plaza de toros Oriente en San Miguel de Allende en 2017. No hubo opción que fuera en otro sitio que no fuese en casa. El tiempo pasa inexorablemente y llegó la hora del adiós para el Maestro.
En su mejor momento de madurez y disfrute. Un genio del toreo y la equitación. Torear despacio a caballo, lucir sus monturas con la confianza de saberse toreros, caballos que solo de verlos, el alma se reconforta con la belleza de este magnífico animal moviéndose con la gracia del ballet ante la majestuosidad del toro bravo.
La campaña en México del adiós está siendo impactante, llenos en ciudades, monumentales, plazas chicas, medianas y pueblos en los que Pablo no quiso dejar de agradecer el cariño de casi un cuarto de siglo. El adiós en casa será especial, con un cartel variado y la emotividad de despedir el año actuando una vez más en el ruedo san miguelense.
Cuando hablo de las raíces echadas por la familia Hermoso de Mendoza en Guanajuato, lo digo con el gusto de haber conocido el desarrollo campestre Valle Hermoso. Predio que en un principio estaba destinado al rancho familiar y que se convirtió en un proyecto de vida, trabajo y valores.
La vida del Maestro desde su niñez se desarrolló en el campo, cerca de la ciudad, pero en el campo, en contacto con la naturaleza, con los animales, con sus caballos. En ese entorno la convivencia familiar es más intensa, el trabajo compartido, la exigencia del cuidado a los animales, la que no conocen los ecologistas urbanos, sino la que tienen en sus manos los ecologistas verdaderos, los que viven en el mundo rural, atendiendo a la naturaleza, a sus reglas y sus tiempos.
La paciencia como virtud para la vida. En el toreo es esencial tenerla, durante la preparación, en la espera a la soñada oportunidad, al vestirse de torero, antes de partir plaza, cuando sale el toro y al torear. En la equitación contar con el tiempo necesario para conectar con el caballo, entenderlo, domarlo al convencerlo de lo que es él, exigirle, gozarlo siendo torero. Esa enorme virtud sólo se encuentra en el campo.
La familia completa se ha volcado al adiós en casa. Pablo alternará con Guillermo su hijo, a pie actuarán El Capea, Juan Fernando y Miguel Aguilar. Además, será el debut en público del novillero Javi Spínola Rivera, hijo del matador Fermín Spínola, un gran torero que en lo personal siempre admiré y disfruté de su tauromaquia. Javi es además nieto del maestro Curro Rivera que en paz descanse, así que hay sangre torera por los cuatro costados y por lo que se escucha el chaval tiene condiciones para funcionar en el toreo.
Se espera una tarde de fiesta, buen toreo y cariño recíproco en San Miguel de Allende. El adiós a un genio y más tarde el adiós al 2023 que espero haya sido para usted amigo lector un buen año.
Para los taurinos, siendo esto lo más importante de lo menos importante en nuestras vidas, sin perder el norte en cuanto a la salud familiar, el trabajo, el rumbo de este país y el sentido de la humanidad, para los que amamos la tauromaquia, el año tuvo siempre la espina clavada en el corazón y en el honor al tener por una absurda suspensión, cerrada la Plaza México.
Llegó el 6 de diciembre y como mexicanos sentimos el orgullo de sabernos protegidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que obró con criterio y justicia, avalando la libertad de millones que solo unos cuantos intentan arrancarnos y de paso exterminar una especie maravillosa como la del toro bravo. Al que desconocen y pretenden eliminar de la faz de la tierra.
Así que la obligación gustosa de los taurinos es llenar las plazas, qué mejor manera de decir adiós al año que en una corrida de toros. Y el 2024 México abrirá sus puertas y la llenaremos, a tope defenderemos lo nuestro y mantendremos viva esta cultura que nos pertenece.
Le deseo amigo lector salud, trabajo y toros este 2024.