La Fiesta Está Viva

La sangre llama

El primer espada es hijo de Manuel Caballero, diestro albaceteño que vivió la gloria de grandes triunfos en esta plaza, además de una carrera como matador de primer nivel en todo el mundo taurino.

Reza la frase. Sus significados muchos. La sola lectura de la palabra sangre a muchos asusta, interpretando en ella dolor o sufrimiento. Si pausamos y pensamos, la sangre como metáfora puede ser la definición misma de vida y con ello de lo único que tenemos como certeza al vivir, la muerte.

Los lazos de sangre son el vínculo inquebrantable que al nacer nos une con nuestra familia. Ya el tiempo y la vida marcan si estos lazos perduran o si por la complejidad de las relaciones humanas se truncan.

La sexta novillada en la Plaza México este domingo ha generado enorme interés entre los aficionados por ser los tres actuantes novilleros que han tenido un mayor y mejor rodaje en sus carreras, además de responder al llamado que la sangre familiar ha despertado en sus corazones toreros.

El primer espada es hijo de Manuel Caballero, diestro albaceteño que vivió la gloria de grandes triunfos en esta plaza, además de una carrera como matador de primer nivel en todo el mundo taurino. Homónimo de su padre, el joven hispano, pretende escribir su propia historia en el toreo, respondiendo a la categoría de su nombre y a la tauromaquia familiar. Ha pasado ya la prueba del paseíllo en Las Ventas, ha dejado buen sabor y vendrá con las historias de su padre en la cabeza, ya que él se enamoró de esta tierra, su gente y su tauromaquia. Mucho le hizo crecer el toro mexicano. Reafirmando que nuestro toro es solo para buenos toreros. Deseo que el principal objetivo del novel Manuel sea encontrar las mágicas sensaciones de dominar y templar la embestida del bravo nacido y criado en los campos mexicanos. Si lo busca y encuentra, su vida y concepto del toreo cambiarán este domingo.

En segundo lugar, actuará Bruno Aloi, joven mexicano que hace cuatro años decidió irse a formar a España como torero, asumiendo los sacrificios que esto requiere y persiguiendo un sueño, abrazar su vocación torera que le viene de sangre por ambas familias. Su padre, distinguido matador de toros a caballo. Giovanni Aloi se forjó en la escuela del arte de Marialva, cortó orejas en La México y actuó en más de 250 festejos. Por parte materna, Bruno es nieto de don Sergio Hernández González, ganadero del centenario hierro tlaxcalteca de Rancho Seco, en cuyo tentadero y potreros, Bruno soñó desde niño con ser torero. A la menor oportunidad estaba con su muletita puesto y dispuesto a pasarse las vacas tentadas en el enorme ruedo familiar. Su debut en la San Marcos de Aguascalientes fue rotundo. Su carrera no ha sido fácil, con duras pruebas ante la seriedad de la fiesta hispana de las que ha salido forjado y más dispuesto que nunca a conseguir su objetivo.

Andrés García tuvo en casa a su primer héroe: el Payo, su hermano mayor, cuya historia y trayectoria conocemos como uno de los toreros de mayor calidad que ha dado nuestra tauromaquia. Fruto de aquel gran proyecto denominado Tauromagia Mexicana, el Payo se formó bajo la más estricta educación taurina, con la exigencia del toro y la verdad de la Fiesta. Desde niño, Andrés ha escuchado esta versión del toreo, de ser torero y vivir como tal. Hecho en el campo ante vacas y toros en distintas casas ganaderas. Conoce el oficio, posee calidad en su torero y estoy seguro de que ha sabido leer el momento novilleril que vivimos, lo que genera una enorme oportunidad.

Este cartel tiene, sin dudarlo, atractivos por todos lados, rematando como cereza al pastel con el encierro de Campo Hermoso, propiedad de Pablo Suárez. Novillos bien presentados, con hechuras para el triunfo y para responder a la gran expectación que desde el anuncio de las novilladas ha generado este festejo.

Se espera una buena entrada; insisto, el horario es muy bueno, 13 horas, los precios realmente accesibles, así que deseo que la afición que tanto anhela surja un novillero a quien apoyar, asista el domingo y que salgamos toreando de la plaza.

Con sangre han pagado Luz Elena Martínez y Paco de la Peña el sueño de ser toreros. Una cornada es una medalla tatuada al cuerpo, los toros hieren y en eso radica la grandeza del toreo. Los valientes que exponen su vida para dominar la indómita bravura de los toros y en el camino crear arte. No hubo faenas triunfales, hubo sangre y eso, también, es triunfo.

Semana importante con festejos interesantes. El miércoles 14 en Cedral, San Luis Potosí, corrida de celebración por los 20 años de alternativa del rejoneador Jorge Hernández Gárate, a pie Calita y Diego San Román con seis de San Miguel de Mimiahuápam. Al día siguiente en Huamantla, Tlaxcala, Tradicional Corrida de Las Luces; boletos agotados para esta mágica corrida con el Zapata, Antonio Ferrera y Arturo Saldívar ante seis de José Julián Llaguno. El viernes 16 arrancará la feria potosina con Fermín Rivera, José Mauricio y Leo Valadez ante seis de Gómez Valle. El sábado 17, la Huamantlada con José Corral a caballo, a pie Calita, Sergio Flores y Diego San Román con siete de Begoña.

Muchos y buenos toros. Toca asistir y defender nuestra libertad desde el tendido. ¡Que haya suerte para todos!

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