Este fin de semana se nos viene lleno de actividad de alto nivel taurino. El último trimestre del año suele ser de gran actividad en el ámbito de esta maravillosa cultura. Tras absurdas suspensiones y atentados contra la libertad de los mexicanos, el sentido común y la ley han obrado con verdad y justicia y, hoy los ciudadanos, podemos gozar de la libertad de escoger si deseas asistir a un evento cultural, una corrida de toros, al futbol, al cine o al teatro.
Sabemos que la amenaza prohibicionista acecha la cultura y la libertad; confiamos que el momento de río revuelto que se vive en nuestras cámaras el día de hoy tome su cauce social con sentido común y que se deje de confundir el poder con el lamentable ejercicio de “ahora te chingo”, porque soy mayoría. Absurdo y lamentable ejercicio de políticos de cualquier bancada, color y filia.
El poder debe ejercerse bajo el estricto sentido común, que como usted sabe es el menos común de los sentidos en estos tiempos, dentro de una sociedad que tristemente ha adoptado su corriente de pensamiento de la red social X, en donde, si bien existe información valiosa e inteligente, también se ha convertido en la voz de muchos idiotas.
El poder es hacer el bien; desde mi punto de vista, esa debería de ser la definición, hacer el bien a la mayoría, sin que esto perjudique a las minorías. Vivimos tiempos complejos, socialmente, debido a esta terrible polarización que no es otra cosa que una intención antidemocrática.
Dentro de una plaza de toros se ejerce la democracia en su más amplio sentido. Es el público quien decide si se premia o no la actuación de un torero o la bravura de un toro. Bajo unas reglas, escritas algunas y por tradición otras, en las que una muestra, digamos, de la sociedad puede convivir perfectamente, con respeto y al mismo tiempo diferir en su apreciación de lo que en el ruedo sucede.
Se viene un gran fin de semana taurino. Tres plazas muy importantes del país darán toros con carteles rematados y de buen gusto con amplia variedad en conceptos y tauromaquias.
Comencemos con el viernes en Juriquilla: el amor del público, aficionados, toreros y ganaderos. Dice adiós de esa plaza uno de los más grandes toreros de la historia, el valenciano Enrique Ponce. Diestro que en los años noventa debutó en México y nos trajo la elegancia de su toreo y de su persona. Una manera de andar en torero más moderna, fresca y siempre con una marcada tendencia a la elegancia y el sentimiento. En ese momento nació un idilio con la afición mexicana; su toreo, forma de ser, manera de hablar, conceptos y personalidad cautivaron al público. Justo es decir que el valenciano también quedó cautivado y el amor existe desde entonces.
Su carrera está por llegar a su fin, más no su legado. Su campaña será exitosa y bien haremos como afición reconocerle su trayectoria como solo nosotros sabemos hacerlo. Le acompañarán en el cartel dos toreros mexicanos: El Payo, artista, hombre cuya tauromaquia hoy se basa en el toreo bien hecho, sentido y profundo. Maduro como torero y como hombre. El Payo pasa por un gran momento. Faenas cuajadas, rotundas, de elevado nivel taurómaco. El otro espada será Isaac Fonseca, diestro de enorme carisma, gran valor cuyo camino se está trazando con base no solo en la conexión con el público sino en el bien torear. Ojo con el michoacano que sabe manejar los trastos y torea con verdad.
Como remate a la noche queretana del viernes, también está programado Guillermo Hermoso de Mendoza, sensacional rejoneador navarro, cuya mitad de su existencia ha sido en nuestro país y que sin duda puede ser la continuación de una leyenda, la de su padre, con sus propios argumentos y maneras.
Festín taurino en Juriquilla, rejoneo de alto nivel y tres diestros a pie que se las verán con un encierro también queretano de una de las mejores ganaderías de México: Los Encinos, que tiene ocho toros preparados para tan importante acontecimiento bajo el rigor y escrupuloso concepto ganadero de su criador, el notario Eduardo Martínez Urquidi. ¡Suerte para todos!
El sábado por el arco norte llegaremos a la ciudad de Pachuca, donde el valenciano ahora dirá adiós en la Vicente Segura en el aniversario 46 del coso. Plaza que ha costado trabajo a Feria Toro en reactivar, pese al enorme esfuerzo y cantidad de festejos programados. Es ahora, desde mi punto de vista, responsabilidad de la afición hidalguense devolverle a la Monumental pachuqueña el sitio de otros tiempos.
Adiós de lujo con Fauro Aloi a caballo, talentoso, elegante y valiente rejoneador mexicano, al lado del maestro de Chiva y el moreliano Isaac Fonseca ante seis toros de otra ganadería de lujo mexicana: la de Fernando de la Mora.
El gran remate es el domingo en La México con corrida de rejones en la que alternarán el potosino Jorge Hernández Gárate, quien celebra sus 20 años de alternativa, Guillermo Hermoso de Mendoza y el joven capitalino Javier Funtanet ante toros de Marrón. Habrá también mano a mano entre forcados mexicanos y portugueses, así como un espectáculo sinfónico de los caballos Domecq.
Toca llenar las plazas para ejercer nuestra libertad y ratificar que México es taurino.