La elección de 2024 en Estados Unidos ha estado llena de sorpresas: el intento de asesinato de Donald Trump, la renuncia de Joe Biden y el rápido ascenso de Kamala Harris. Como se dice en México, ‘hay tiro’ en esta elección, y todas las encuestas indican que la moneda está en el aire.
Tradicionalmente, el martes después del Labor Day (Día del Trabajo, siempre el primer lunes de septiembre), es decir el próximo martes 3, arranca la recta final de la elección. Ya pasaron las eliminatorias (la temporada primaria), las semifinales (las convenciones nacionales de ambos partidos durante el verano) y el próximo martes arranca el partido final con un marcador cero a cero. Ambos, demócratas y republicanos, tienen con qué ganar.
Aunque las apuestas muestran un empate técnico, en mi opinión Trump lleva una ligera ventaja. Esto es, la moneda está en el aire, pero cargada a Trump. Hay cuatro principales factores subyacentes.
El Colegio Electoral es un sistema anticuado y caduco. No hay autoridad central. Nuestros vecinos simple y sencillamente se durmieron en sus laureles y nunca reformaron un sistema creado por los Constituyentes (llamados Padres Fundadores) a finales del siglo 18. Se creyeron el mito de que eran infalibles. Y para suerte de los republicanos, el diseño de este sistema favorece los estados con población blanca y rural.
Por ejemplo, cada voto electoral del estado de California representa a más de 700 mil personas, mientras que ese mismo voto electoral en la pequeña y rural Wyoming sólo representa a 190 mil. Es decir, es un sistema injusto que beneficia al Partido Republicano, cuya base es mayoritariamente blanca y rural.
Mi apuesta es que Kamala Harris ganará el voto popular, como los demócratas Gore, en 2000, y Hillary, en 2016, pero que no llegaron a la Casa Blanca por el anacrónico Colegio Electoral. El camino de la victoria para Trump está en los seis o siete estados columpio, los únicos que pueden decantarse por uno u otro partido.
Inflación. Para los votantes independientes, quienes decidirán la elección, la inflación y la economía son, por mucho, los temas más importantes. Una encuesta de esta semana de The New York Times muestra que, en este terreno, Trump aventaja claramente a Kamala. La narrativa popular es que, como bajará los impuestos, creará más empleos y fomentará la inversión privada.
Posible voto oculto por Trump. En las elecciones de 2016 y 2020, las encuestas, y el Partido Demócrata, subestimaron el apoyo popular hacia Trump. El llamado ‘voto oculto’, que captura a aquellos que ‘les da pena’ apoyar abiertamente al fanfarrón y misógino señor Trump. No obstante que el poder político de la mujer ha avanzado claramente desde la intentona de Hillary en 2016, no hay que olvidar que Kamala es minoría doble: mujer y negra.
Finalmente, el controvertido tema de la migración le ayuda con creces al republicano. Migración y frontera ha sido el gran talón de Aquiles de Biden y de Kamala. Cerca de 9 millones de personas han ingresado al país durante su cuatrienio. No obstante, aunque esta enorme inmigración está en la base del repunte económico de Estados Unidos, la narrativa republicana y de Fox News se ha impuesto: la frontera con México ha estado fuera de control, por lo que urge el regreso a la Casa Blanca del señor de la bella y hermosa pared en la frontera, Mr. Trump.
Kamala y su partido tendrán que realizar un juego impecable en los próximo 60 días para descontar las ventajas que avizora Trump. Esto lo dejaremos, querido lector, para mi próxima entrega.