El fenómeno de una inflación que se destapó al alza en este año no es exclusivo de nadie.
El autor considera que si bien hay ausencia de decepciones, en el caso de la más importante seguiremos quedándonos cortos: la ausencia de crecimiento.
Los inversionistas tendrán que enfrentarse a un ambiente más volátil tanto en los mercados de deuda como de capitales; los episodios recientes de dudas seguramente se repetirán.
El enfoque de los inversionistas a nivel global sigue apuntando hacia el mediano plazo y es difícil esperar un ajuste importante de los mercados en las siguientes semanas.
A muchos sigue sorprendiendo la fortaleza del peso en momentos en que se hacen públicas cifras todavía muy malas con relación al crecimiento y cuando los temas de corte político en las noticias no dejan de ser inquietantes.