Rolando Cordera Campos

Profesionistas mexicanos que se van porque se van

La presencia de profesionistas mexicanos migrantes en EU plantea varias preguntas centrales respecto a la forma en la que se piensa la migración entre estos dos países.

El pasado sábado 25, invitado a la presentación del libro Me voy porque me voy. Historias de profesionistas mexicanos en Estados Unidos (México, Turner y UNAM, 2023) de Laura Vázquez Maggio y Lilia Domínguez Villalobos, economistas de la UNAM, tuve el privilegio de asistir un año más a esa gran fiesta de las letras y la cultura. Contra viento y mareas, y ahora la mala leche del presidente López Obrador, la FIL ha sabido navegar en las aguas amplias, plurales y diversas de la cultura que, como dijera Carlos Monsiváis es “(…) la manera en que una colectividad asume y asimila, transformándolos en búsqueda de derechos: al trabajo, al humor, a la sexualidad, a la vida ciudadana” (Notas sobre la cultura y el Estado nacional, Cuadernos políticos, núm. 30, oct-dic 1981).

Me voy, porque me voy: Historias de profesionistas mexicanos en Estados Unidos es un libro que enriquece las investigaciones que quieren entender y explicar(se) el enorme fenómeno de la migración, hoy vuelto global y turbulento. Para nuestras investigadoras, el objeto central de su empeño es la emigración de mexicanos profesionistas hacia los Estados Unidos; cuáles pueden ser los factores que la determinan o modulan; atisbar las motivaciones que llevan a cada vez más mexicanos con educación superior a decidir un cambio de residencia, de contexto cultural, de costumbres, de idioma.

“Por el número de migrantes”, nos dicen las autoras, “México ocupa el segundo lugar a escala mundial con un total de 11.8 millones, de los cuales la mayoría está en Estados Unidos (…) La migración de México a Estados Unidos se ha pensado históricamente, y se sigue pensando, como migración principalmente laboral de baja calificación (…) Empero, en las tres últimas décadas, se ha observado un incremento de mexicanos profesionistas (…) Este tipo de emigración había permanecido relativamente inexplorada por no representar un problema por su dimensión ni por sus patrones (…) (ahora) La presencia de profesionistas mexicanos migrantes en Estados Unidos nos plantea varias preguntas centrales respecto a la forma en la que se piensa la migración entre estos dos países, los factores contextuales en el origen, las dimensiones de clase social y el marco de recepción en el país vecino”. (pp.17-20).

Me voy porque me voy… se hace cargo de explorar, por medio de muy interesantes e ingeniosas entrevistas y mucha reflexión, una dimensión de uno de los temas cruciales del mundo actual: la migración que cruza coordenadas y abruma economías políticas. Las autoras escogieron, como se dijo, el caso de los profesionistas que, por diversos motivos, deciden mudarse de su país. Una transferencia que si bien no es un fenómeno reciente o novedoso, sí ha adquirido mayor centralidad debido “principalmente a los procesos asociados a la globalización y sus efectos en los flujos de capital y trabajo” (p.15) nos informan.

Me voy porque me voy… busca ofrecer respuestas consistentes a la migración calificada, y lo hace a partir no sólo de considerar distintas teorías, lo que permite a las autoras abrir su perspectiva conceptual, sino de contar con una experiencia de años de bregar en el tema. En particular para este libro, dicen las autoras en la introducción: “Iniciamos trabajando con los datos del censo norteamericano, donde logramos ubicar el número de personas nacidas en México que llegaron a Estados Unidos de veinticinco años o más y con educación terciaria. Esto nos dio una idea de la magnitud de la población mexicana, migrante y calificada, y fue sumamente útil (…) Sin embargo, nuestros temas de interés iban mucho más allá de los datos que un censo puede proporcionar, de modo que elaboramos el cuestionario base de una encuesta en línea para tratar de llegar al mayor número posible de mexicanos profesionistas en Estados Unidos”, aproximación que les permitió conocer de voz propia las razones de quienes emprenden camino. Sin duda toda una tarea y, supongo, una experiencia.

Me voy porque me voy… nos permite trazar nuevas rutas para explorar el complejo y poliédrico tema de la migración. Su lectura nos remite a la circunstancia de vida de muchos de nosotros que en mínima introspección nos revelamos como migrantes por todos los lados. Entenderla como encrucijada global, asumirla como nuestra migración, desde la mirada y la palabra de profesionistas mexicanos que se van porque se van.

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