Rosario Guerra

Ciudad de México

Quedan dos debates entre los candidatos al gobierno de la CDMX, pero la presentación inicial pesa más. Y las opiniones favorecen a Santiago Taboada.

Los expertos en debates aconsejan a la candidatura que aventaja la contienda no recurrir al ataque, mantener la calma frente al adversario, y centrarse en propuestas que despierten entusiasmo; sin embargo, esto no ocurrió en el debate del pasado domingo entre Brugada, Taboada y Chertorivski. El formato permitió un debate ágil y fijar posturas, con réplicas y contrarréplicas que lo hicieron menos acartonado de lo que estamos acostumbrados a ver. La conducción fue adecuada y los candidatos cuidaron sus tiempos.

Todos traían la información a utilizar. Sin duda, Chertorivski es quien más tablas tiene, pues ha sido secretario de estado y de la de ciudad, y ha practicado más el discurso público y las propuestas para la capital. Pese a las palomitas, logró posicionarse, pues muchos no lo ubicaban pese a su trayectoria. Pero el debate fue entre dos. Los votos no dan para más.

Lo extraño es que Clara Brugada, al abrir el debate, de inmediato atacó a Santiago Taboada. Esta estrategia puede tener diversas interpretaciones. Una es que la ciudad está dividida y se aproxima a una contienda muy cerrada. Además de los desacuerdos entre morenistas por la candidatura de Clara, a quien Martí Batres defiende, aunque viole la ley. Las Utopías de la candidata no son conocidas y por tanto, su impacto es limitado, así como su programa piloto de sistema de cuidados. Prometió fortalecer el cablebús, regresar las estancias infantiles, así como las casas de día para adultos mayores, rehabilitación para discapacitados, refugios, comedores comunitarios, todos proyectos cancelados en esta administración.

Defendió a AMLO y a Claudia Sheinbaum, con argumentos poco sólidos y que no venían al caso. Prometió que ahora sí se combatirá la corrupción y habrá seguridad. Combatir la violencia contra las mujeres y el robo en transporte público. Prometió eficientar el Sistema Cutzamala y reducción de fugas. En esta ciudad llena de baches, con servicios deficientes, sin agua (no solo en Iztapalapa, sino en la metrópoli) por falta de infraestructura y mantenimiento, con un abandono del Metro, sus propuestas fueron rápidamente contrarrestadas por Santiago Taboada.

El candidato señaló que las promesas deberían haber sido políticas públicas, pues ya estaban en marcha y fueron canceladas. Se centró en cinco propuestas: agua, salud, transporte, seguridad y equidad. Propuso el salario rosa chilango para mujeres en vulnerabilidad, y más cablebús. Desarrolló cómo piensa resolver cada eje y señaló que la ciudad tiene suficientes recursos, 300 mil millones de pesos, para poder emprender acciones públicas que impulsen su desarrollo, y que no vayan a dar a proyectos presidenciales como el Tren Maya.

Ofreció profesionalizar policías y mejores salarios y prestaciones, blindar a la ciudad como lo hizo en la alcaldía que gobernó, Benito Juárez, habló de las quejas de los iztapalapenses contra Clara en sus recorridos. Propuso arreglar la red de agua potable en la ciudad y captar más. Ofreció un sistema de salud que cubra y proteja a los niños desde su nacimiento, medicinas y atención médica. Desde luego prometió regresar los servicios cancelados de refugios, estancias infantiles, médico en tu casa. Para emparejar la cancha, aseguró que arreglará toda la infraestructura educativa primaria en la ciudad que se encuentra en estado vergonzoso, recuperar las escuelas de tiempo completo, programas que no se cancelaron en su alcaldía.

Por su parte, Chertorivski planteó construir más Metro hasta Milpa Alta y Xochimilco, y nuevas líneas. Cerrar la refinería de Tula para salvar la contaminación, electromovilidad, energías limpias, autosustentabilidad. Manejo adecuado de residuos sólidos y preguntó a los otros candidatos ¿cómo pensaban financiar sus proyectos?

En cuanto a los ataques, Clara acusó a Taboada del ‘cártel inmobiliario’, y éste respondió que no había pruebas y se le fabricaban delitos. Fue mordaz al exhibir que Brugada compró por 300 pesos una casa, no declarada en su patrimonio, ya que ella había cuestionado la venta de la casa de Taboada a un precio mayor al de compra, lo que se llama plusvalía, no corrupción. Y desde luego, Taboada arremetió contra la administración de la ciudad y su abandono. Clara no tuvo mucha defensa y después aclararía que el inmueble lo compró en ese precio y después se regularizó y escrituró. Es decir, eran inmuebles producto de invasiones.

De los contratistas preferidos de Clara también se habló, pues éstos construyeron las Utopías, donde dijo Taboada “enseñan a los niños a nadar en tierra”. Brugada siguió ensalzando a su antecesora y señaló que ganaría la contienda, a lo cual, Taboada, en son de burla, sacó su toma de protesta.

Un debate interesante, donde cada uno pudo establecer su estrategia. Quedó claro que no hay triunfo seguro para nadie, que en los próximos dos meses se cerrarán las encuestas, y el 2 de junio la población capitalina habrá de tomar una opción, de cambio o de continuidad. Una continuidad relativa porque se promete regresar políticas públicas exitosas que se cancelaron.

El voto femenino será muy importante en esta elección, pues generalmente las mujeres participamos más en los comicios. La guerra de propaganda ya empezó y claramente se puede establecer quién la inició, pues las pruebas en redes son contundentes.

Para Taboada este debate fue su debut, pese a lo cual mantuvo su foco y se concentró en propuestas y ataques, que fueron correspondidos. Su campaña tiene un gran contenido “cara a cara” que, sin duda, le ayuda, pues es carismático. Falta ver qué sucede con los capitalinos. Quedan dos debates, pero la presentación inicial pesa más. Y las opiniones favorecen a Santiago.

COLUMNAS ANTERIORES

Mujeres
No somos iguales

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.