Ya se ha dicho aquí: el candidato Félix Salgado Macedonio representa –y no necesariamente para bien– a Morena en boletas electorales más allá de los comicios guerrerenses. Pero no es el único morenista que simboliza cuestionables prácticas del partido del Presidente de la República. En la Miguel Hidalgo hay otro.
En esa alcaldía capitalina, en diciembre pasado, la cara de Víctor Hugo Romo inundó aceras, parabuses, puentes y un sinfín de espacios. Nuestros políticos, es sabido, inventan cosas para evitar que su nombre desaparezca de las encuestas, sondeos que luego usarán para hacerse los indispensables a la hora de negociar candidaturas. Y una de las cosas que inventan son los “informes de gobierno”, que no es otra cosa que autopromoción disfrazada de rendición de cuentas. En ocasión de su segundo “informe de gobierno” es que a finales del 2020 el rostro del alcalde de la Miguel Hidalgo aparecía por doquier.
Entonces, decenas y decenas de anuncios de Romo aparecieron en las calles de esa alcaldía pocos meses antes de la elección del 2021, en la que ya hay reelección. Lo que no aparece por ningún lado es una explicación puntual sobre cuántos anuncios de gran formato hubo, cuánto costaron o a cambio de qué fueron.
Un equipo de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad hizo en diciembre un recorrido para hacer un registro mínimo de los anuncios de Romo y su “informe”. En sólo un par de días localizaron, tomaron fotografías y georreferenciaron 123 promocionales del entonces alcalde y hoy candidato.
“Cincuenta eran carteles, 33 lonas, 15 vallas publicitarias, 11 anuncios en máquinas de reciclaje, tres espectaculares, tres vallas electrónicas, dos anuncios en paradas del metrobús, otros tres en parabuses electrónicos, dos en marquesinas publicitarias y un parabús”, dice el reportaje publicado este lunes (https://contralacorrupcion.mx/victor-hugo-romo-aprovecho-su-propia-ley-para-promocionarse/).
Por supuesto que lo que más llama la atención son los espectaculares, las vallas o los anuncios dinámicos o fijos en parabuses.
Al requerirle a la alcaldía una relación de los anuncios que se montaron para promocionar al alcalde y su “informe”, las autoridades de la Miguel Hidalgo contestaron dos cosas: negaron el listado, y aseguraron que no hubo costo en esos promocionales de gran formato porque hay un bando que obliga a las empresas que rentan espacios publicitarios a ceder el 10 por ciento de los mismos para campañas institucionales. Ese bando fue promovido por Romo y él es el beneficiario del mismo: porque ¿qué es más institucional que poner anuncios del alcalde sonriendo?
Pero lean esto: cuando a finales de 2019 Romo emitió el Bando de la Alcaldía Miguel Hidalgo Relativo a las Atribuciones Constitucionales en Materia de Anuncios, justificó el mismo diciendo que el objetivo de tal ordenamiento –que entró en vigor en mayo de 2020– era combatir prácticas ilegales en materia de publicidad y “salvaguardar el derecho de las personas a un paisaje urbano libre de contaminación visual”. A poco no está padre como autoridad justificar así una norma que luego usarás para poner tu rostro en la calle “libre de contaminación visual”.
Ahora Romo anda en campaña. Y a cuatro meses de “su informe” de nuevo su cara aparece anunciada por doquier en la Miguel Hidalgo.
Lo que, otra vez, no aparecerá es el desglose de costos o gastos que implicaron los vistosos espectaculares de diciembre, pues ni las autoridades ni las empresas anunciadoras quisieron hablar al respecto de la promoción del “informe” del edil. La única que sí contestó no reconoció haber cedido sus espacios a la alcaldía.
Opacidad y leyes personalizadas, otra manera morena de gobernar –es un decir–.