La Feria

La suerte está echada: gana AMLO

Los empresarios en general creen que si se quieren comunicar con la mayoría de los mexicanos, han de adoptar un ‘código’ que infantiliza y desprecia su inteligencia.

El presidente López Obrador anduvo este fin de semana, como es su costumbre, rancheando. En esos mismos días, los empresarios y algunos que se identifican con ellos anduvieron, como a menudo, regándola en grande. El primero sí conecta con la población, los segundos no se cansan de mostrar cuán grande es su incapacidad de comprender a sus conciudadanos, y de entender el momento de México. Por ello, más allá de campañas electorales, la suerte está echada y Andrés Manuel gana por mucho.

Sábado y domingo el primer mandatario estuvo en Veracruz. Fue, nos dijo en un par de videos publicados en redes sociales, a supervisar carreteras. En el primer video lo vemos en un restaurante popular, a punto de comerse un arroz. En el segundo, abraza a una bebé, de menos de un año de edad, y aparece junto a la joven familia de “esta nena que se llama Maya, es bellísima”, dice el Presidente y le da un beso. El video, corto, termina con López Obrador enviando “un saludo cariñosísimo”.

También el domingo, en el diario que más representa a la clase empresarial, Eduardo Caccia publicó una columna que ilustra no sólo la desconexión de las élites con los ciudadanos comunes sino, sobre todo, cómo en estos tres años la clase empresarial ha sido incapaz de entender que México no aspira a un modelo de convivencia donde los patrones traten a los trabajadores como seres incapaces de un dominio normal del castellano, ni qué decir de que los consideran algo así como vasallos a los que hay que administrar un tutelaje electoral.

La columna de Caccia, de título ¡Vas, carnal!, es un repertorio de frases tipo slang de algún trasnochado programa cómico de la peor televisión mexicana. Empero, su problema fundamental no es que el autor, y quienes lo promueven, crea que los señores deben instruir a las masas de las nefandas políticas de AMLO. Eso ya sería de suyo lamentable. El texto demuestra un desprecio toral, elaborado con frases de la peor caricatura de un supuesto chavo banda, por un genuino modelo de convivencia democrática: yo te digo lo que debes hacer, porque a ti no te sube el agua al tinaco y no sea que elijas mal, para ponernos al nivel de don Eduardo.

¿Se pregunta el autor qué piensa ese trabajador, al que supuestamente busca aconsejar, de sus condiciones laborales –que no son de hoy, ni de este sexenio–? No. No le interesa escucharlo, ni darle voz. Lo que pretende, condescendientemente, es advertir de lo mal que le irá al pueblo si AMLO sigue “ahuyentando” la inversión.

La columna fue promovida en redes sociales por Gustavo de Hoyos, exlíder de la Coparmex y actor político de la alianza opositora prianperredista, con esta frase: “Muchos empresarios me han preguntado cómo hablarles a sus colaboradores acerca de la importancia de su voto en las próximas elecciones. Un buen ejemplo para codificar el mensaje nos lo da @eduardo_caccia. Ustedes saben cuál es el mejor conducto”.

Ese ‘código’ de Caccia reza así: “Te escribo a ti, sí, tú, que te la rifas toda la semana en la chamba. Tú, que con orgullo llevas lana a tu cantón, ganada con esfuerzo. A ti, que quieres un mejor futuro para tus hijos y que te preocupa que sepan lo que haces para ganar el chivo cada semana. Quizá tu familia no te ha visto romperte la madre detrás de una máquina todo el día, quizá tus chavos no saben lo que es salir de casa en la madrugada, tomar dos o tres camiones para llegar a la planta, a veces con un atole encima y a veces ni eso. ¡Está cabrón! ¿No?”. (Reforma 23/05/21)

Eduardo: los que no sabemos qué es tomar tres camiones para llegar a la chamba somos tú, Gustavo y yo. Los demás, incluidas sus hijas e hijos, a esos a los que AMLO les habla desde Veracruz, desde Oaxaca o desde Palacio Nacional sí lo saben. Y por eso –manipulación aparte del tabasqueño– lo siguen apoyando.

López Obrador abraza a una niña de una familia mexicana como tantas, y envía saludos cariñosísimos a todas las demás. Conecta y refuerza su mensaje de que él está en la Presidencia para los más pobres. Sea cierto, o pura propaganda.

Caccia, De Hoyos y los empresarios en general creen, en cambio, que si se quieren comunicar con la mayoría de los mexicanos, han de adoptar un ‘código’ que infantiliza y desprecia la inteligencia de los ciudadanos.

En ese duelo, AMLO ganará por paliza, y no sólo en junio 6. Se los apuesto.

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