La Feria

Un ABC del ‘cártel inmobiliario’

Si hablamos de ‘cártel inmobiliario’ en la Benito Juárez los ojos caen en Jorge Romero, porque es el jefe del grupo.

Nicias N. es buscado por la justicia capitalina para que responda sobre su rol en el ‘cártel inmobiliario’ que la Fiscalía de la Ciudad de México acusa que se constituyó en la alcaldía Benito Juárez.

Nicias, que se apellida Aridjis, presume su ascendencia griega. Y según diversos testimonios es el personaje clave de la trama judicial y mediática del gobierno de Claudia Sheinbaum en contra de los panistas.

El jefe de ese grupo es, por supuesto, Jorge Romero, quien en 2009 no pudo ser delegado en BJ, pero eso no le impidió ser ‘coordinador de gabinete’, el poder tras el trono en el trienio del empresario Mario Palacios. En el siguiente trieno (2012-2015), ahora sí fue, de jure, jefe delegacional.

De ahí volvió a ser diputado (había sido asambleísta de 2006 a 2009), donde se hizo amigo del fallecido Leonel Luna y de Mauricio Toledo, también buscado por la justicia. Toledo y Romero, junto con el PRI, todavía han de rendir cuentas, tanto de los fondos sobre el sismo de 2017, como de la manera en que manejaron los dineros del Congreso capitalino hasta 2018, cuando el panista brinca a San Lázaro, donde lidera la bancada.

En paralelo, Romero no sólo solidificó su control sobre la Benito Juárez y el PAN capitalino, donde decide candidaturas y no pocos puestos en demarcaciones como Coyoacán (en manos hoy y desde hace un año de un aliado ‘panista’ de Mauricio Toledo) y en Miguel Hidalgo, donde ganó en 2021 Mauricio Tabe, quien ha declarado que Romero es su jefe. Además de eso, se hizo de padrones panistas, y por ende es uno de los principales apoyos de Marko Cortés, líder nacional blanquiazul.

Así que si hablamos de ‘cártel inmobiliario’ en la Benito Juárez los ojos caen en Romero, porque es el jefe del grupo, pero tocarlo sería también tocar al PAN nacional. Y el operador principal, en ese supuesto cártel, del hoy diputado federal es Nicias.

A Nicias algunos testimonios lo ubican como el gestor antes y después de las elecciones: un personaje que ayudaba a que los candidatos, digámoslo eufemísticamente, tuvieran apoyos de empresarios en la campaña, y el gestor que hacía posible que esos empresarios vieran compensada su generosidad con la resolución de los trámites que tuvieran en la demarcación. Es decir, habría sido mucho más que el encargado de las obras de la Benito Juárez.

Este caso de la Fiscalía puede marcar la gestión de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, pues debe probar eficiencia e imparcialidad: su fiscala debe poner frente a un juez elementos sólidos para justificar la prisión de Luis Vizcaíno, exjurídico de la BJ y también operador de Romero; y probar además que, en efecto, los más de 42 inmuebles que les atribuyen a Nicias y Vizcaíno pertenecen indebidamente a ellos.

Esto porque hay versiones de que esos exfuncionarios serían voraces, pero también desordenados: que muchos de esos inmuebles eran prestados por empresarios, por ejemplo, y que los panistas no eran muy duchos en el manejo –renta o explotación– de los mismos o en la administración de los negocios que ahí intentaron.

En contra de Nicias y Vizcaíno, por su parte, está el hecho de que los involucrados –incluido otro exalcalde– habrían metido al enjuague a parientes, incluidas hermanas y esposas. Error que ni la mafia comete.

Esta camada panista surgió en tiempos de Fadlala Akabani, hoy colaborador de Sheinbaum. Igual y él puede contar cosas de aquellos tiempos, y de los actuales. Porque hay muchos cárteles en la ciudad, ¿no creen? El tema sin duda dará para más.

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