La Feria

Senasica: ¿apretón de manos o de pescuezo?

De tiempo atrás López Obrador tiene en la mira al Senasica. ¿Alguien ha escuchado al secretario de Agricultura defender a su sector?

El presidente Andrés Manuel López Obrador citó en la mañanera de ayer, como a menudo lo hace, un pasaje histórico: Comonfort decía que con un apretón de manos podría arreglar problemas; Ocampo decía que algunas cosas se iban a resolver con apretones de pescuezo.

De manera no tan accidental, la referencia histórica de AMLO llegó luego de un intercambio del Presidente con un reportero que le hizo saber preocupaciones de exportadores de ganado de Chihuahua ante una de las medidas del convenio lopezobradorista que pretende bajar el costo de la canasta básica.

Como se sabe, el gobierno anunció el Acuerdo para Reforzar el Paquete Contra la Inflación y la Carestía, mismo que incluye dar a un reducido grupo de empresas una licencia única universal por la cual estarán, al importar y distribuir insumos y alimentos, exentas de trámites y permisos, incluidos los que vigilan el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Los exportadores de Chihuahua, citados ayer por el reportero Felipe Fierro en Palacio Nacional, dijeron algo que también expresan otros productores: al relajarse los controles sanitarios el mundo puede cerrarse a productos mexicanos.

El Presidente minimizó esa posibilidad, y criticó al Senasica por doblemente inútil: según la lógica de AMLO, obstaculiza la importación de alimentos que harían bajar el precio de los productos, y segundo, porque estaría al servicio de los regulados.

México es considerado el quinto productor pecuario del mundo. Y se ha logrado esa capacidad en parte porque desde los años 90, con el antecesor del Senasica, se establecieron parámetros sanitarios que mal que bien en distintas entidades se cumplen.

El Senasica posee una red nacional de vigilancia epidemiológica, tanto en lo vegetal como en lo animal. Y es, sobre todo, un símbolo de que el país se toma en serio ese tema, y que por tanto puede ser interlocutor en el mundo al respecto.

De tiempo atrás López Obrador tiene en la mira al Senasica. Como con muchas otras oficinas del gobierno, ni le entiende ni le parece relevante. Ayer insistió en que no pasa nada si importamos carne de Argentina, dado que nuestra frontera con Guatemala es porosa, así que qué tanto daño nos puede hacer que lleguen productos cárnicos argentinos cuando por el Suchiate entra todo dios.

El reduccionismo de AMLO no sorprende. Tampoco su desdén por aquellos alumnos (estados) bien portados. Cree que lo importante es inundar de producto, para bajar precio, sin importar si pudieran darse brotes de enfermedades o plagas, sin importar que en el plano internacional se instalen dudas sobre lo que México deja ingresar a su territorio.

Con un caso de fiebre porcina africana que entre en Manzanillo, con un producto que venga de una planta aftosa de Sudamérica, puede empezar un contagio. Y aparte de eventuales pérdidas por exportación también habría, en el plano doméstico, baja de producción. Lo cual a la postre podría resultar contraproducente para el precio de los alimentos.

El Presidente quiere bajar el costo de los alimentos. Y culpa a la regulación de impedírselo. Así que apretará el cuello al Senasica, que durante un cuarto de siglo ha cultivado una disciplina en los productores. En contraste, apuesta el éxito de su plan a discrecionales apretones de manos con ciertos empresarios, a los que condonará impuestos y trámites.

Alborotará un sector, podría generar anarquía en fronteras y puertos, y hará que nos corran de un club de gente seria.

¿Alguien ha escuchado al secretario de Agricultura defender al Senasica y a su sector?

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