Nos formamos desde anoche, para ser los primeros en votar. ¡No es justo! Ahora nos dicen que nuestra credencial está clonada. Pero si yo la saqué en el módulo del INE el año pasado. Es más, tardaron un montón en darme la cita, y ¿me salen con que no puedo votar?
-Amiga, por favor, salte de la fila, deja que las otras personas pasen a votar.
-Oye, dame mi credencial, no te la puedes quedar, quién eres tú para quedártela; oye, oye, dámela, es mía, no es clonada. Por fa, ey, la necesito. ¡Ayuda, ayuda!, él no me quiere regresar mi INE.
-Es clonada, amiga, y si sigues en esa actitud te voy a reportar, es delito tener una INE falsa, no me hagas llamar a la policía, te puede ir peor. Retírate.
-Quiero que venga alguien del INE; tú quién eres. No me voy de aquí hasta que alguien del INE me diga que es falsa mi credencial, porque no lo es.
-Ay, amiga, ni que fuera concierto de Bad Bunny para pedir que vengan los de la Profeco; hasta crees que alguien va a venir: a los funcionarios del INE los desaparecieron en el Congreso el año antepasado. ¿No te acuerdas? Ahora nosotros los ciudadanos, solitos solitos, y bien barato, hacemos la democracia: no necesitamos al INE para las elecciones. Ya salte de la fila, en buen plan. Además no eres la única con credencial clonada, ya me llamaron de otras casillas, pinche gente tramposa, de veras, que quiere hacer fraude, seguro tú también compraste tu credencial.
-Dame mi credencial. Que me la des. Es mía, y no es clonada. Es mi tercera INE. Siempre la saco en el mismo módulo. Esta vez me costó un chorro tener una cita, y luego pasaron meses antes de entregármela. Como nunca. Pero no es falsa. Dame mi credencial. O te reporto.
-Amiga. Es la última vez que te lo pido. En buen plan. Ya retírate. No pudiste hacer fraude. Eso querías, pero ya ves, te cachamos con tu plástico balín.
-Dame tu nombre. Te voy a reportar. Cómo te llamas, y qué haces aquí en la casilla.
-Con quién me vas a reportar. Con quién. ¿Con el INE? Mira cómo tiemblo. Llámale a Lorenzo. O a Ciro. Si quieres te consigo su teléfono. Están en la UNAM, pero ya no por mucho, ya ves que también la Universidad la vamos a transformar. Pero llámales. Igual y te dicen cómo podías quejarte con la vieja ley, pero con la nueva pues no sé si la conozcan, la verdad, y aunque la hayan leído no entendieron que en ésta ya no hay quejas, todos son derechos, los derechos a que todos los candidatos sean votados, hagan lo que hagan.
-Oiga, usted, el de chaleco, acá hay otra credencial clonada. ¡Ah!, y ésta también, y ésta...
-Cuál falsa, mi INE no es falsa. ¡Ey! ¡¿Por qué te la quedas?!
-Porque es clonada, amigo.
-Cómo crees que va a ser clonada, wey. Voté con esa el 21 y el 18. Y mi hermano también. Danos las credenciales.
-Ya llamé a la patrulla para que los desaloje. Y no sé si además les van a fincar cargos, pero conste que yo les dije a tiempo que se retiraran.
-Te vamos a demandar.
-Sí sí, vayan a ver quién les hace caso, pero dejen a otros pasar, quiero ver cuántos más se tratan de colar a votar con credenciales clonadas.