Ha surgido un eslogan en la pelea por la candidatura presidencial de Morena. “#AhoraEsAdán” es el nuevo grito en esa batalla de bardas. Sin escamotear ingenio a los creativos que apoyan al secretario de Gobernación, la pregunta es si tiene sustancia tan contundente aseveración de los creadores del “Que Siga López Estamos a Gusto”.
Luego de una especie de tregua que el año pasado amenazó con dividir al partido oficial, la competencia entre las tres corcholatas con cercanía real a Palacio ha arreciado.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha retomado sus giras y, de igual forma, sigue con el más alto perfil de visibilidad en los actos presidenciales, así como con el liderazgo en prácticamente todas las encuestas. El #EsClaudia, que tiene de nuevo montón de pintas, luce tan vigente hoy como hace un año.
El canciller Marcelo Ebrard tendrá hoy en Washington todo el escaparate al encabezar una inédita reunión de cónsules en el marco de las diatribas que legisladores estadounidenses formulan contra México por la violencia. Además, su estrategia en redes como TikTok sigue gozando de potencia.
Y en el 1-2-3 de las encuestas, pero muy lejos de constituir una amenaza para los dos punteros, aparece Adán Augusto López. Quizá por eso los suyos se inventan eso de que #AhoraEsAdán: para meter ruido y crear la sensación de que la candidatura de la jefa de Gobierno corre riesgo.
Como lo reseñó en estas páginas días atrás Raymundo Riva Palacio, el presidente López Obrador lleva algunas mañaneras aleccionando a sus seguidores con el caso de la decisión sucesoria que tuvo que tomar el general Cárdenas, que no dejó a su afín sino a quien podría calmar la combatividad de quienes resentían el gobierno popular del michoacano.
Riva Palacio leyó la más reciente de esas intervenciones de Andrés Manuel como el virtual destape de Sheinbaum. En todo caso, lo que López Obrador estableció es que hay un paralelismo: el Presidente ve aguas bravas en la oposición mas quiere dejar claro que a él, a diferencia del Tata Lázaro, le gustaría garantizar la continuidad, es decir, hoy #EsClaudia.
Contra la narrativa que pretende Bucareli, nada en las señales que todos los días manda Palacio Nacional denota que AMLO o su influyente círculo de colaboradores hayan perdido la confianza en la jefa de Gobierno o que tengan dudas de que ella es la favorita.
Se puede decir que incluso, y a pesar de su tropezón unos días antes al declarar algo sobre la antimonumenta, Claudia Sheinbaum tuvo el 8 de marzo menos complicado de cuantos ha vivido como gobernante de la ciudad. La operación que desde la policía se hizo para acercarse con colectivos feministas y ciudadanos previo a la fecha rindió frutos.
Claudia apura diversas obras para reportarlas como entregadas en su informe de septiembre, que de salir todo como ella espera sería el último como jefa de Gobierno. Para entonces los números de las encuestas tendrían que haber producido humo blanco a su favor.
Porque por más que se pongan creativos, y por más que de nueva cuenta Adán Augusto tenga una gira por todo el país para cabildear polémicas iniciativas del gobierno como la de cancelar los términos del artículo 33 constitucional sobre la participación de extranjeros en política mexicana, lo real es que pasan las semanas y aunque fue pegajoso aquello de “estamos a gusto”, la estrategia del secretario no le rinde buenos números en preferencias. Porque la encuesta, aunque haya quien lo dude, será crucial cuando el Presidente tome su decisión. Y basado en las encuestas no hay tal cosa como que #AhoraEsAdán.