La Feria

Una ruta para Xóchitl… y para De la Madrid

En Oraculus han hecho un seguimiento semanal de las y los aspirantes a la presidencia, y ayer publicaron su corte más reciente sobre los opositores.

El proceso de selección para encabezar el Frente Amplio por México ha bajado de una treintena a 13 aspirantes, que entran a la fase de conseguir firmas.

Y esa lista habrá de depurarse más pronto que tarde si no quieren desgastarse o, peor, dejar ir el momentum (Alejandro Moreno, el encuestador, dixit) que se instaló en torno a la oposición.

En Oraculus han hecho un seguimiento semanal de las y los aspirantes a la Presidencia, y ayer publicaron su corte más reciente sobre los opositores. Los cuatro aspirantes con mayor cobertura del 3 al 9 de julio fueron, en ese orden, Xóchitl Gálvez, Santiago Creel, Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes.

Oraculus tasa esa cobertura y en términos prácticos el valor de las notas de la hidalguense es del doble que el del diputado panista, y la brecha con respecto al y la priista ya citados es todavía más amplia.

No solo eso: Xóchitl tuvo cobertura “positiva” por un valor –otra vez– del doble que Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes, respectivamente, y en este renglón superó nueve veces la que obtuvo Creel.

Este análisis de reputación mediática (A.R.M.A., le dicen sus creadores) “mide, compara y contrasta las tendencias en los medios de comunicación (…) en más de 35 mil notas todos los días”.

Los de Oraculus cuantificaron lo que intuitivamente cualquiera advierte: que Gálvez ha sido un éxito mediático en julio –en parte por el golpeteo del presidente López Obrador, pero no sólo por eso–, pero que otros aspirantes también han hecho su luchita, particularmente De la Madrid.

Y que esos cuatro son los que cuentan –dos priistas, dos panistas–, mientras los otros nueve son relleno, y como tal empezarán a quedar fuera de la carrera.

El método (es un decir) del frente implica, además de las firmas, una medición por encuesta y una por la vía de una consulta; cada una de ellas tendrá 50 por ciento de valor a la hora de definir al o la ganadora.

En la consulta podrán participar aquellos que hayan dado sus datos para apoyar la inscripción de este o aquella aspirante; es decir, los partidos con fuerza para movilizar esas firmas eventualmente tendrían la capacidad de también incidir en ese ejercicio a favor o en contra de cualquier finalista.

No es temerario prefigurar un escenario en que Xóchitl –de mantener las simpatías que inicialmente ha cosechado y que, entre otras cosas, se traduce en cobertura mediática– gane la encuesta y pierda la consulta frente a, digamos, un militante de ese poderoso operador que es el PRI.

La pregunta entonces sería a quién desea el tricolor como finalista para enfrentar en una especie de parejera a Xóchitl. Aventuro que a Beatriz no por una sola razón: el desempate no le da margen al PRI para una salida salomónica como la que implicaría De la Madrid.

¿En el PRI están dispuestos a dejar pasar a Xóchitl, a no marchitarle su momentum renunciando a la consulta a cambio de quedarse con la candidatura de la Ciudad de México para De la Madrid?

Llegar casi hasta el final del proceso pero antes de la consulta dar por cerrada la pasarela con una declinación del PRI hacia Xóchitl, siempre y cuando se consolide el perfil de Enrique para la CDMX, plaza en la que Paredes ya compitió y perdió.

Así cuidarían a quien, de seguir como hoy, capta gran cobertura (y positiva) a nivel nacional. Y a uno del PRI, sin escándalos inmobiliarios, para la capital.

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