La Feria

Siete levantados, y un país terrible

Los aspirantes de oposición podrían tratar de hablar con la población, no con el presidente, para eventualmente hablar de los problemas de aquella, no de las puntadas de éste.

La periodista Mónica Cerbón denunció ayer la desaparición de hasta siete personas en el municipio de Luis Moya, Zacatecas.

“La mañana de ayer sujetos armados entraron a la casa de Jorge Iván Reyes López, en Luis Moya, Zacatecas, y se lo llevaron. Aún no hay noticias de su paradero. Jorge es primo de mi novio, y no fue el único que desapareció ayer. Este país es terrible”, publicó Mónica en Twitter este jueves.

Luego Cerbón dio más detalles, por ejemplo, el nombre de otro de los raptados.

Este país es terrible, dice Mónica, pero sus palabras no llegan suficientemente lejos. Ese país terrible no existe hoy en la política, ni para los políticos. Y tampoco para buena parte de la prensa, para demasiados de nosotros los periodistas.

Para esa mayoría político-mediática existe principalmente o sobre todas las cosas el país de Palacio Nacional. El país de la mañanera. El país de Él.

Qué va a decir. Qué va a hacer. Qué música va a poner. Qué ataque va a lanzar. Qué chiste va a contar. Qué va a proyectar. Qué va a inventar. ¿Quién? Pues él, quién más.

El miércoles habrían sido desaparecidas siete personas en Luis Moya (a medio camino entre las capitales de Zacatecas y Aguascalientes), pero lo verdaderamente importante en México es el show de la mañanera.

No tiene sentido el anterior párrafo, ¿cierto? Cómo va a importar más un montaje mediático que la vida de media docena de mexicanos de los que 24 horas después se desconocía su paradero, gente que encima fue raptada en ese estado sin ley que es Zacatecas, mientras el gobierno federal sigue en su show. ¿Qué puede salir mal?

En ese sinsentido habitan todas y todos los aspirantes de la oposición que pretenden la candidatura presidencial de la alianza.

Meses atrás López Obrador incluso se mofó de tan retorcida situación. Santiago Creel, expresó el tabasqueño y lo cito de memoria, debería poner menos atención a Palacio y hablar más con y de la gente.

Claro que el de Macuspana dice lo que dice con la trampa de seguir siendo el centro de toda la atención. Y lo logra. Un nuevo ejemplo de ello ocurrió este jueves. AMLO saca en la mañanera un video de Creel, y ¿quién se empleó ayer en responderle? El ganador de esa dinámica ya sabemos quién es. Pero los perdedores son mucho más que los políticos.

Hay un país con múltiples regiones en las que el levantón de personas en un solo evento es todo, menos impensable.

Ese país renovará liderazgo el año entrante. Los del gobierno creen que la violencia está no sólo bajo control sino en franca mejoría. Pero son sus números, estadísticas huecas, lejanas de las víctimas, números blindados para que no se les acerquen las familias de los deudos, y menos las madres buscadoras.

Ahora que salen de la capital, los aspirantes de la oposición podrían tomar una decisión poco rendidora mediáticamente en lo inmediato, pero quizá realmente trascendente: tratar de hablar con la población, no con el Presidente, para eventualmente hablar de los problemas de aquella, no de las puntadas de éste.

Podrían dedicarse a escuchar a las víctimas de ese país terrible, a quienes ofende y duele lo que ocurre en la mañanera y las bravatas de uno y otro lado. Gente a la que la vida se les va en esperar que no les pase lo que Mónica Cerbón denunció ayer. Mexicanas y mexicanos a la espera de un político que los voltee a ver a ellos, y no sólo al Peje.

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