El lunes de la semana pasada Santiago Creel apresuró una reunión con integrantes de la campaña de Xóchitl Gálvez. Tenía que viajar y su agenda primó sobre la del grupo que busca que la hidalguense derrote a la morenista Claudia Sheinbaum en las elecciones de 2024.
Días antes había intentado meter con calzador algunas reuniones del Frente Amplio por México, en una agenda que primordialmente obedecía a que él luego no estaría.
Todo ello ocurrió horas antes de que la virtual candidata opositora a la Presidencia viviera días negros luego de que la semana pasada se publicara que su tesis para graduarse contiene plagios. Una vez que estalló esa crisis, ¿alguien vio o escuchó al coordinador de campaña de Xóchitl defenderla?
El 21 de agosto, en tiempos de la primaria que el Frente Amplio por México realizó para elegir candidato, Creel anunció que declinaba a favor de Xóchitl. En un video en la red social X, la senadora Gálvez reconoció el gesto que le beneficiaba y ofreció a Santiago ser su coordinador general.
El 22 de agosto, en la misma red social el entonces todavía diputado Creel contestó a ese mensaje con la frase de “será un honor, querida Xóchitl Gálvez, como bien lo dijiste; ¡iremos juntos e iremos fuertes! México siempre será primero”.
Y luego el exsecretario de Gobernación dio una entrevista ese mismo día a López-Dóriga “sobre las razones por las que decidí darle mi total apoyo a Xóchitl Gálvez”. En ella confirmó que coordinaría la campaña del Frente Amplio.
Hoy la misma red social X es muestra de la falta de presencia de Creel en los temas de la campaña de Gálvez. Hasta las cinco de la tarde de ayer, el último mensaje de Santiago sobre algo relativo a su candidata era del 10 de septiembre –sí, más de dos semanas– sobre un mitin en Durango.
La presencia de Santiago en el equipo que él debería estar formando ha sido accidentada. En una reunión inicial, convocada por el panista en la llamada Torre Azul que se ubica frente al Senado, cuando la aspirante llegó ni siquiera alcanzaban las sillas para todos los participantes del cónclave.
En otra ocasión Creel provocó cejas levantadas cuando propuso que no se reuniera diario el llamado cuarto de guerra –grupo que, como lo indica su exagerado nombre, debe velar por el apego a la estrategia y lidiar en tiempo real con toda contingencia de algo tan volátil como una campaña–.
Eso fue hace semanas. Y la presente ha comenzado con el pie izquierdo, con el descarte de personajes que días atrás se publicó que estaban siendo considerados como eventuales voceros de la campaña de Xóchitl. Ayer lunes, por mencionar a uno, el senador Germán Martínez dijo que no, gracias.
Es casi una regla de oro que el o la candidata no puede coordinar por sí misma la campaña. Que una persona anda en la calle y en los medios buscando votos y otra muy distinta coordina todos los equipos y procesos de los que depende una candidatura competitiva. No es una chamba fácil.
La campaña de Xóchitl se supone que entrará en una nueva fase a partir de la siguiente semana, que la senadora agotará en septiembre todos los compromisos que adquirió en la interna, y que en octubre será el tiempo para la definición de otras coordinaciones y tareas.
El único problema es que cada día cuenta, para bien y para mal, en una campaña. A ver si cuando reaparezca Santiago Creel sigue teniendo una campaña que coordinar.