Los titulares periodísticos suelen destacar lo más importante, pero no es raro encontrar cosas igualmente esenciales más allá de la cabeza de una nota, como ocurre con la encuesta de ayer de EL FINANCIERO que, debidamente, fue titulada Sheinbaum aventaja a Gálvez por 18 puntos.
Quién gana o quién va adelante en las preferencias rumbo a la presidencia de la República es la pregunta top de las encuestas electorales de estos meses. Y por ahí titula y comienza EL FINANCIERO su entrega de octubre 31: la exjefa de Gobierno, y su partido, aventajan a la oposición con más de dos dígitos.
En careos, por la morenista votaría 46 por ciento de los encuestados, por la panista 28 por ciento y por Samuel García, como eventual candidato de Movimiento Ciudadano, 8 por ciento. Que el gobernador de Nuevo León ocupe un lejano tercer sitio no sorprende; que le pase prácticamente igual a Marcelo Ebrard, sí.
La encuesta de EL FINANCIERO revela que la diferencia si el exjefe de Gobierno fuera el candidato de MC sólo sería de un punto. Un puntito. Que le quitaría a Xóchitl.
García y Ebrard, tan distintos en trayectoria y peso político, serían hoy sustancialmente igual de competitivos (es un decir). Quizá el neoleonés abrió una Carta Blanca para brindar por ese resultado: mira Mariana, ya registro lo mismo que un señor que ya era político cuando mi papá ni casado estaba.
Samuel podrá agregar, en su ensoñación, que según la misma encuesta él es quien registra el porcentaje más alto (22por ciento) de gente que dice que ni lo topa. Es decir, que puede alegar que aún podría crecer. A Marcelo, en cambio, sólo 10 por ciento dice no conocerlo.
El empate entre dos políticos de tan dispar carrera podría confirmar que las campañas cuentan, y que mientras Samuel quieran que no anda todo el bendito día en campaña, Marcelo se ha tomado las cosas con una calma que prácticamente lo ha borrado del mapa desde principios de septiembre.
Así que el de Nuevo León cosecha por su activismo, mientras el capitalino tiene los réditos de su fallida estrategia (no sólo por el resultado sino por toda ella) en la interna morenista: Ebrard se fue desdibujando al correr de la competencia del oficialismo y tras ésta ha sido la mar de errático.
Más allá de MC y sus dos precandidatos unidigitales, la encuesta aporta otros datos muy interesantes; destacadamente, que 29 por ciento de los consultados dice que es incierto quién va a ganar, contra un 23 por ciento que respondió que “Morena con facilidad” y un 24 por ciento de “Morena pero va a estar competido”, y sólo 18 por ciento que “va a ganar la oposición”.
Insisto: en el titular de la nota estaba lo más noticioso (la ventaja de Claudia sobre Xóchitl, que confirma una tendencia aunque con menor margen que otras encuestas), pero no deja de ser revelador que un alto porcentaje de la población considere que hay incertidumbre sobre ganadores en 2024.
Mas Claudia es la única aspirante con balance positivo entre opiniones favorables y desfavorables: 46 por ciento sobre 30 por ciento, respectivamente. Xóchitl tiene un gran problema ahí: registra 42 por ciento de opiniones desfavorables vs. 30 por ciento favorables. En este renglón, Marcelo y Samuel tristean igual, al punto que éste registra doble de negativos que positivos (39 por ciento vs. 19 por ciento, respectivamente).
MC insiste en que cuando irrumpan con su candidato las campañas darán un giro de 180 grados. Al menos hasta esta encuesta mixta, telefónica y en domicilio, tal sacudida no ocurriría si hoy estuviéramos frente a la urna. No daba para titular por ahí, pero vaya noticia.