La Feria

Xóchitl, debate, medicinas y tormenta perfecta

Por qué Xóchitl Gálvez no aprovechó el foro en cadena nacional para advertir que este gobierno, una vez más, juega con la salud de miles y miles de mexicanos.

Todo es creíble en torno a la campaña de Xóchitl Gálvez. Bueno, casi.

Es creíble, por ejemplo, que culpa a sus mánager, y de que para la otra será ella y sólo ella quien decida qué hacer, decir, cuánto atacar, cuándo proponer, qué debate, en una palabra, le conviene a su campaña, a su electorado.

Vuelve la Xóchitl de siempre… okeyyyy. Pero cuánto de esa oportunidad perdida es recuperable si en el primer debate se habló de salud, tema donde el gobierno de AMLO no se ha cansado, por soberbia, de fracasar.

Si una cancha estaba puesta para meter goles desde la oposición, es la de la tragedia en salubridad.

Cuesta entender por qué Gálvez eligió atacar con la pandemia. Por supuesto que algún día López-Gatell y su jefe deberán rendir cuentas por el desastroso manejo de la crisis del covid-19. Sin embargo, ¿estratégicamente es hoy lo más redituable en campaña?

El monumental desabasto fue creado por este gobierno, la pandemia no. Comencemos por ahí. La administración López Obrador siempre dirá que la pandemia fue una desgracia inesperada. Y algo de razón tendrá. Que todos los países sufrieron. No todos igual, pero ídem.

Es decir, con infumables pretextos intentarán resbalar al destino su negligencia, esa que cobró decenas y decenas de miles de vidas que con un manejo más profesional y humano quizá se pudieran haber salvado, incluso con el maltrecho sistema de salud mexicano.

Así que, para qué pegar una y otra vez con ese tema desde la oposición, si, por otra parte, hasta por sentido de supervivencia no sobra quien ya no quiere acordarse, ni que le recuerden, tan dramáticos momentos, tan sombrío tiempo, tan angustiantes meses.

En cambio, y para mal, si el covid-19 es (incluso con el long covid) algo anclado a 2020 y 2021, en pleno 2024 hay razones para preocuparse con respecto al manejo de la salud por parte de Andrés Manuel, su desaparecido secretario de Salud, y otros colaboradores.

La crisis del abasto de medicamentos no sólo no ha desaparecido, obvio, sino que, y el equipo (es un decir) de Xóchitl Gálvez pudo haber hecho la tarea de acercarle información actual, en las próximas semanas podría convertirse en tormenta perfecta.

Por qué Xóchitl Gálvez no aprovechó el foro en cadena nacional para advertir que este gobierno, una vez más, juega con la salud de miles y miles de mexicanos al escamotear el pago de 10 mil millones de pesos a distintas farmacéuticas.

Ese monto se ha venido acumulando desde 2021, y a pesar de que el gobierno prometió que quedaría resuelto en marzo pasado, llegó abril y los laboratorios que esperan les sean cubiertos adeudos ya no ven la luz al final del túnel. Y sin laboratorios, pues menos habrá medicinas.

No es amarillismo: es una práctica de este gobierno: le vale la salud, y los medicamentos particularmente. Si no, cosa de ver que una cosa es que Birmex está a horas de dar a conocer su primera megalicitación de medicinas, y otra que la farmaciota vaya a funcionar.

El Ejército comprará 500 millones de piezas. Si todo sale bien con la licitación, embodegará la cuarta parte de lo que necesitan los mexicanos. Falta el detalle de llevar eso a todas las clínicas del del país: de Huehuetoca para el mundo. El AIFA les va a quedar chico.

Estamos pues a punto de ver si el Ejército ya sabe comprar medicinas. Crucen los dedos. Pero no estamos ni cerca de comprobar si puede distribuirlos. ¡Ah, pero Xóchitl quería hablar de la ivermectina!

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