El 8 de mayo el Financial Times publicó un reporte sobre Claudia Sheinbaum. Las palabras de la candidata oficial al diario británico son nítidas con respecto a un país que no necesariamente se parece al que desean los principales empresarios mexicanos.
Esa nota, firmada por el enviado Michael Stott y la corresponsal Christine Murray, arranca así: “La candidata puntera en la elección presidencial de México defiende las reformas constitucionales como amigables con los empresarios (business-friendly), argumentando que elegir ministros por voto popular mejorará la democracia”.
“Los inversionistas no tienen nada de qué preocuparse”, abunda la morenista. “Lo que queremos es más democracia en el país. Y su inversión va a estar garantizada”.
El Financial Times agrega que “inversionistas han expresado en privado sus preocupaciones acerca de los riesgos para el Estado de derecho. Pero Sheinbaum dijo que las reformas institucionales son necesarias porque la Suprema Corte ha ‘actuado políticamente, no en términos de justicia’”.
Los periodistas del FT cuestionaron si ella cree en los “contrapesos (checks and balances), preocupación mayor para los grupos de la sociedad civil y para los inversionistas”, a lo que ella contesta: “Creo en la libertad. Creo en la democracia. Y en que la gente debe decidir”.
Las declaraciones de Sheinbaum se publicaron dos días después de que ella comiera con el Consejo Mexicano de Negocios, que agrupa a las y los empresarios más importantes del país. Originalmente, de ese encuentro sólo se publicó una fotografía y notas con trascendidos.
Una semana después, y luego de que ese grupo se reuniera este lunes con la candidata opositora, Xóchitl Gálvez, el CMN dio a conocer el martes un comunicado sobre sendos cónclaves.
En ese boletín se explica que presentaron a las candidatas “su Agenda Fundamental 2024-2030 para promover la inversión, el crecimiento y la calidad de vida de la población”.
Esa agenda está dividida en diez puntos. Y con los tres primeros ya se pueden perfilar posibles discrepancias entre la máxima instancia del sector privado, y lo que Sheinbaum le dice al FT.
El primer punto es “Gobierno eficaz e instituciones democráticas”, el segundo “Independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación” y el tercero “Estado de derecho y seguridad”.
La oficina de prensa del CMN me proporcionó copia del documento de 12 páginas donde explayan los puntos mencionados en el comunicado. Enseguida cito desordenadamente algunos puntos de los tres apartados citados en el párrafo anterior:
1) Gobierno eficaz e instituciones democráticas.
-Fortalecer el papel y la gestión de los reguladores clave, que apuntalen las ventajas competitivas del país (ej., seguridad aérea, aduanas, riesgos sanitarios, medidas sanitarias y fitosanitarias, propiedad intelectual, salud, energía, telecomunicaciones, competencia).
-Asumir el compromiso a favor de la independencia de las autoridades electorales, del respeto de los resultados electorales y de las sentencias del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
-Modernizar, racionalizar y actualizar la legislación electoral para reducir el tiempo y costo de las campañas políticas, y el financiamiento a los partidos.
-Establecer la segunda vuelta electoral en elecciones para presidencia de la República y gobernadores.
2) Independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
-Asumir el compromiso de que el nombramiento de nuevos miembros de la SCJN sea de juristas altamente capacitados y leales a la Constitución.
-Desarrollar, en coordinación con la Judicatura, un programa de desarrollo institucional para la mejora de los poderes judiciales estatales, para la formación de jueces y ministerios públicos y para asegurar procedimientos adecuados para su nombramiento.
3) Estado de derecho y seguridad.
-Reforzar los mecanismos de transparencia y consulta en la modificación de leyes y regulaciones con los actores involucrados y con expertos en los diferentes temas.
-Definir periodos de transición suficientemente largos para permitir a los operadores económicos adaptarse a las nuevas regulaciones.
-Evitar que la discreción en la toma de decisiones de las autoridades se traduzca en actos arbitrarios y en una forma de extorsión a los actores económicos.
Ambos, Claudia Sheinbaum y el grupo de los empresarios más importantes, hablan de democracia.
Pero los términos en que se refieren a eso discrepan, sobre todo si la redacción del CMN parece pedir que no haya más de lo que se vio en este sexenio –discreción en la toma de decisiones de las autoridades– y piden capacidad e independencia del Poder Judicial.
Queriendo minimizar el tema de si en su sexenio habrá más o seguirá la polarización, la candidata morenista ha dicho en entrevistas que todas las grandes decisiones del gobierno de AMLO se tomaron por consenso.
El plan C de López Obrador, asumido por la candidata en su campaña, sin embargo, no necesariamente se basa en el consenso, y menos en lo que pide el CMN: en fortalecer transparencia, a reguladores, a la judicatura, etcétera.