Samuel Aguilar Solis

Economía y pandemia

La nueva variante ómicron está azotando fuerte a nuestro país y, sin embargo, las autoridades mantienen la misma postura irresponsable e ineficaz.

Con más de 300 mil muertos reconocidos oficialmente por el gobierno de López Obrador con motivo de la pandemia por COVID-19, pero estimados en términos reales en más de medio millón por especialistas y organismos internacionales, debería de ser más que suficiente motivo para llevar a un juicio al gobierno y sus responsables por la manera en como se ha gestionado la pandemia; sin embargo, seguimos en un cuadro esquizofrénico de alta popularidad del presidente y de más y más contagiados y muertos cada día, sin que la oposición haga realmente algo para modificar la manera en que el gobierno enfrenta la pandemia y este último mantenga obcecadamente su misma postura desde el inicio de ésta.

La nueva variante ómicron está ahora azotando fuerte a nuestro país y, sin embargo, las autoridades mantienen la misma postura irresponsable e ineficaz a tal grado que, a pesar del alto grado de contagio en la Ciudad de México, ésta continúa en semáforo verde porque hay un verdadero pavor de parte del gobierno morenista para decretar las restricciones a las actividades económicas, pero sin que lo digan abiertamente, es claro que los contagios están ya pegando a la dinámica económica que se traía en 2021 y esto se ve en las primeras proyecciones que se comienzan a dar de parte de las instituciones financieras. El año pasado, la economía tuvo un repunte después de la terrible e histórica caída de 2020 que fue de -8.5 el Producto Interno Bruto (-8.5 PIB), debido fundamentalmente por la demanda de productos o materias primas que la economía estadounidense exigía por su reactivación, pero ello fue posible en el país vecino por las ayudas que el gobierno de Trump primero y después de Biden hicieron a la población para incentivar el gasto y con ello reactivar el mercado interno; pero también -y esto es sumamente importante- al enorme gasto público que han realizado para reactivar la económica de Estados Unidos, situación que en ninguno de los dos casos ha ocurrido en Mexico, el gobierno lopezobradorista NO ha dado un peso de ayudas a los trabajadores que perdieron su empleo en la pandemia o a los pequeños negocios que tuvieron que cerrar temporalmente o de manera definitiva como consecuencia de grave situación económica en que se vieron por causa de la pandemia, pero tampoco ha incrementado el gasto público, con la falsa postura de parte del presidente de que el gobierno no se habrá de endeudar, aunque la emisión de bonos gubernamentales haya sido ya práctica en este gobierno seguramente para gasto corriente o el cumplimento del gasto para las prioridades de López. Resultado de esto son los números que el Inegi nos dio de que 4 millones más de mexicanos se han sumado a la pobreza en este gobierno.

El último reporte del Banco Mundial señala que debido a la persistencia de la pandemia, hay una “desaceleración grave en curso” , y proyecta que en estás condiciones el PIB mundial probablemente aumentará en 4.1 por ciento, menos del 4.3 que a mitad del año pasado había proyectado. En America Latina en 2021 el incremento fue 6.7 por ciento, resultado de las mejores condiciones de salud por la aplicación de las vacunas y por la demanda de materias primas en Estados Unidos y China particularmente, pero prevé que en este año solo haya un crecimiento de 2.7 por ciento. Pero si observamos, México tuvo un crecimiento menor a la región; oficialmente aún no se da a conocer el PIB de 2021 pero escasamente estará en 5 por ciento, muy por abajo del 6.7 por ciento que fue en America Latina. Pero además, al grave deterioro económico de nuestro país que viene sufriendo por la nula política económica, después de tres secretarios de Hacienda, en virtud de que la maneja de manera personal el presidente y hemos visto el desastre que ello implica, la inflación está golpeando sobre todo a la población de menores recursos al ubicarse en 7.36 por ciento en 2021, la más alta en los últimos 20 años.

Así, de cara al año que inicia las perspectivas no son nada buenas. Hay una pandemia extendida por la nueva variante y una economía en la que no se ven mejoras por la necedad obradorista de no corregir los graves errores cometidos ya en tres años, no hay claridad de una buena política económica, y las malas señales por los dichos y hechos presidenciales se reflejan en un mal ambiente de negocios que han significado la salida de 257 mil 601 millones de pesos el año pasado y de 257 mil 239 millones de pesos en 2020 según las cifras de Banco de México. Estos son los hechos, lo que diga y dice mucho el presidente es demagogia y desafortunadamente para los mexicanos una peor perspectiva de bienestar.

COLUMNAS ANTERIORES

El momento autocrático
Muerte y ¿resurrección? de la democracia

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.