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¡Todos a marchar con AMLO!

Todo aquel que quiera acompañar a nuestro amado líder a marchar no debe preocuparse por detalles menores como transporte y comida.

Este domingo será el día para demostrar nuestra devoción por Andrés Manuel López Obrador, el mejor presidente de la historia. Amor con amor se paga, y es hora de regresar un poco a quien tanta pasión siente por los mexicanos. Nos ha convocado quien ha desgastado su cuerpo y mente sirviendo al país, un deterioro cada día más notorio, y responderemos al llamado.

Fascistas, conservadores y fifís dicen que AMLO marcha contra la ciudadanía. No son ciudadanos los que están contra el pueblo, como fueron esos pocos, muy pocos, que marcharon en 51 ciudades del país y varias del extranjero el 13 de noviembre. Demostraremos que somos muchos más que ese ínfimo grupo de resentidos, y caminaremos detrás de nuestro líder, para después vitorearlo cuando pronuncie su enésimo Informe de Gobierno.

No dejaremos un metro libre en la plancha del Zócalo, el cuadrilátero de la República que esa pequeña oposición no se atrevió a ocupar por más que nuestro Presidente los invitó a hacerlo. Desbordaremos esa plaza y sus calles aledañas para que se note que queremos una democracia tipo Dr. Simi: “mejor, pero más barata”.

Nada de fraudes, como los que arteramente le hicieron a nuestro idolatrado macuspano en 2006 y 2012. Es la hora de la venganza sobre la dictadura del PRIAN. Además rechazamos esos sueldos astronómicos de los consejeros del INE y exigimos que sean despedidos. En su lugar, que el pueblo elija directamente a los nuevos consejeros, siete, entre una extensa lista de 60 candidatos. De ellos, habría 20 personas designadas por la increíble sabiduría de nuestro tabasqueño (ya se sabe, 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de conocimiento, la fórmula exitosa de su gobierno). Pero además otros 20 serán designados por el Congreso (que domina AMLO) y los otros 20 por la Suprema Corte de Justicia, con miembros que maneja AMLO. Esa democracia ya la querrían en Suiza.

Todo aquel que quiera acompañar a nuestro amado líder no debe preocuparse por detalles menores como transporte y comida. Muchas personas están cooperando para ello, con extraordinaria generosidad, porque ya se sabe que AMLO y sus funcionarios no incurren en esas prácticas deleznables como andar forzando personas a marchar con amenazas, pasando lista y organizando acarreos.

En cambio, el dinero para marchas y manifestaciones de López Obrador viene del pueblo, y desde hace muchos años, cuando estaba combatiendo a la mafia del poder. Sus hermanos, Pío y Martín, entre otros leales, juntaban en sobres esos billetes que entregaban las personas más humildes para apoyar “al movimiento”. Ni un centavo fue tocado por AMLO, que solo traía 200 pesos en la cartera, y que hoy anda tan mal de recursos que ya está hablando, con humildad, de su futura pensión del ISSSTE. Ojalá que en el Zócalo pongan unos puerquitos de barro para que las personas puedan cooperar y así, cuando se encuentre retirado en su humilde ranchito, los pueda ir rompiendo uno a uno, y de esa forma no pase tantas penurias en su vejez.

López Obrador se lo ha ganado a pulso, ahorrando ese dinero del gobierno para poder entregarlo, en su nombre, a viejos, jóvenes y estudiantes. Con un esfuerzo extraordinario destruyó el Seguro Popular, estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, comedores comunitarios, albergues para mujeres violentadas, fondos para becas y desastres naturales, aparte de dejar a niños y adultos sin medicamentos. Es hora de mostrar nuestro agradecimiento por tanto esfuerzo.

¡Será un honor marchar con Obrador!

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