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Confío en Claudia

Claudia Sheinbaum es tan independiente que ha decidido, por sí misma, comportarse con absoluta subordinación ante su padre político. Es algo que hace con maestría porque así se ha conducido por un cuarto de siglo.

Una mujer, científica y de izquierda, se calzará la banda presidencial en pocas semanas. La Cuarta Transformación sigue haciendo historia conducida por Andrés Manuel López Obrador. De esa mano salió el dedazo que señaló a Claudia Sheinbaum Pardo en un gesto democrático que fue posteriormente refrendado en las urnas por la ciudadanía. Porque AMLO, tan sabio, sabe lo que las mayorías quieren y necesitan.

Claudia, nada de “Dra. Sheinbaum”, ya está demostrando con creces esa inteligencia, fuerza y carácter con el que dirigirá los destinos de la nación. ¿Qué mejor que reproducir, sin la menor desviación, las ideas y proyectos del todavía inquilino de Palacio Nacional? Algunos, pocos, malquerientes, la apodaron “la calca”, pretendiendo mofarse de esa audaz estrategia. No entienden que Claudia es tan independiente que ha decidido, por sí misma, comportarse con absoluta subordinación ante su padre político. Es algo que hace con maestría porque así se ha conducido por un cuarto de siglo.

Por eso ella ha entendido, como nadie, el proyecto de nación del obradorismo. La presidenta electa es ferviente creyente en la descarbonización y en el hidrógeno verde ¿Qué mejor manera de demostrarlo que reafirmando la estrategia de aumentar la refinación de combustibles, por supuesto incluyendo el combustóleo? Pemex, al rescate de la soberanía y la ecología. No solo se trata del gigante petrolero. Pocos proyectos tan favorecedores al medio ambiente como el Tren Maya, que Claudia ahora quiere abrir también al transporte de carga. Será fantástico seguir aproximando la selva a la vista de tantos turistas nacionales y extranjeros, aparte de enriquecer el agua de los cenotes yucatecos con el hierro de los pilotes del tren. Claudia no es solo ecologista de dientes para afuera, lo demuestra con hechos.

Su doctorado fue en temas de energía, pero tiene un extraordinario dominio de la economía, similar al de otro genio de esta disciplina, López Obrador. Sabe que el gobierno tiene un elevadísimo déficit en sus finanzas públicas ¿Qué ha prometido desde su elección? Más gasto, mucho más, por ejemplo, en pensiones y trenes de pasajeros. Miles de millones de pesos adicionales que saldrán de alguna parte, aunque sea de deuda. Se gastará pero, claro, con austeridad republicana. Ya Claudia demostró que sabe mucho de cómo ahorrar dinero en temas de transporte, como fue el caso de la Línea 12. Para eso mantendrá en su cargo al mismo Secretario de Hacienda, que mucho ha aprendido en eso de hacer explotar el gasto y el déficit. Nada como pedir al corresponsable del incendio que actúe como bombero; eso es ser una estadista.

Pero no solo se trata del titular de las finanzas nacionales. Claudia ha incorporado a su gabinete a personas de similar talla y sabiduría política. Basta saber que Martí Batres será el nuevo titular del ISSSTE, consolidando la senda del sector salud hacia Dinamarca. Una nueva Secretaría, la de las Mujeres, para Citlali Hernández, siempre tan destacada por sus ausencias en su trabajo legislativo. ¿Qué decir de la próxima titular de la Secretaría de Gobernación? Rosa Icela, nada menos que en la silla que ocupó Reyes Heroles. Es un gabinete que muestra la sabiduría política de Claudia y el calibre que tendrá esa administración.

Claudia ha demostrado con sus palabras y acciones lo que le espera al país en su gobierno, además asesorada por AMLO cuando requiera su consejo (esto es, diario). Imposible no confiar en que el futuro será brillante.

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