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Abril, banderazo pesquero

Cada año el consumo local de pescados y mariscos va adoptando otras especies porque los manjares del mero, la langosta y el pulpo se van alejando de los bolsillos de la población.

El mes de abril representa para el sector pesquero de Yucatán el banderazo para hacerse a la mar. Empieza la temporada del mero, que se encuentra en precios altos, por la demanda en Estados Unidos, y se calientan motores para la langosta en julio y el pulpo en agosto.

Se trata de las tres principales pesquerías que hombres y mujeres practican en el litoral yucateco, que son de alto valor, pero además son principalmente de exportación.

Cada año el consumo local de pescados y mariscos va adoptando otras especies como chac chi, boquinete, pargo, porque los manjares del mero, la langosta y el pulpo se van alejando de los bolsillos de la población y se dirigen a mercados como Estados Unidos y Europa.

Iniciar la temporada de captura de mero el 1 de abril, como lo marca la Carta Nacional Pesquera. Es para la industria y pescadores, reniciar la actividad pesquera, el banderazo luego de dos meses de veda de las tres pesquerías estrella y del arranque de año, cuando hay nortes o mal tiempo y las salidas a la mar son limitadas.

Abril representa para los barcos de mediana altura ‘medir las aguas’ en el volumen de pesca, porque necesitan una tonelada para que sean viajes rentables; y para los ribereños, la oportunidad de ofrecer en la Cuaresma y Semana Santa los pescados frescos para el turismo local, nacional e internacional.

Los puertos pesqueros se reactivaron unos días antes del 1 de abril, cuando empezaron los preparativos para los viajes de 15 a 20 días de los barcos de mediana altura y la alegría de los viajes. Las salidas se viven en los puertos de abrigo con la carga de hielo, combustible, alimentos, carnada, anzuelos, entro otros.

Yucatán, con casi 12 mil pescadores, 600 embarcaciones de mediana altura y seis mil embarcaciones ribereñas es el principal estado que exporta mero, langosta y pulpo a Estados Unidos y Europa.

La actividad va desde este abril, alcanzando su punto máximo en octubre y hasta el 15 de diciembre, ya que las vedas de cada pesquería marcan la pauta para la demanda del exterior, así como los vientos del clima.

El mero se captura del 1 de abril al 31 de enero del siguiente año; la langosta del 1 de julio al 28 de febrero del siguiente año; y el pulpo del 1 de agosto al 15 de diciembre.

De noviembre a febrero son los tiempos en los que los vientos son más fuertes por la presencia de nortes, por lo que los días de pesca se reducen.

Cada temporada los precios del kilo de mero, langosta y pulpo varían, pero en las últimas temporadas han sido altos.

El mero cerró en enero pasado entre 220 y 260 pesos el kilo en plantas congeladoras, y por ahora se espera la llegada de los primeros barcos para que se defina el precio. El pulpo cerró en diciembre pasado en 200 pesos y la cola de langosta cerró en febrero pasado en 600 pesos.

Veremos con este arranque cómo viene el año pesquero que acaba de iniciar en Yucatán y disfrutemos del pescado frito de rubia, corvina, pargo, boquinete o huachinango que nos ofrecen las mujeres y hombres de mar en el estado.

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