Agosto ha sido un mes marcado por un nuevo encarecimiento de productos esenciales en nuestra alimentación, pero también por la marea roja en pleno inicio de temporada de captura de pulpo y del verano.
Para Yucatán, un precio de 28 pesos por kilo de tortilla en tortillerías y que la pesquería de mayor impacto social y económico del estado no pudiera arrancar por la presencia de marea roja significa un fuerte golpe en los bolsillos de miles.
Fue en agosto que las tortillerías cumplieron la advertencia de aumentar el precio del kilogramo de tortilla de 26 a 28 pesos en los casos extremos, otras de 24 a 26 pesos. Las razones, el incremento es el precio del maíz y el alza del gas.
En mayo el gobierno de México lanzó el programa contra la inflación, en el que se permitió la importación de maíz amarillo para abastecer la demanda del alimento para animales y la compra de harinas con el fin de que no hubiera desabasto y los precios no se elevaran.
Sin embargo, en agosto el incremento de la tortilla coincidió con que el Ejecutivo federal prevé tres meses más de incrementos en los precios al consumidor, y si bien la canasta básica en Mérida ya se logra con menos de mil pesos para una familia de cuatro personas, hay productos que siguen al alza.
Comprar un kilo de tortilla en 28 pesos resulta un fuerte impacto para las familias que compran diariamente este producto esencial, y si a eso le sumamos que la principal pesquería del estado por el impacto social y económico que genera, no tuvo un buen arranque por la presencia de la marea roja, el escenario se torna muy complicado.
El pulpo es la pesquería en la que participan más de 12 mil pescadores, además de los empleos generados en las congeladoras y la activación económica que genera en los puertos pesqueros y en los municipios de donde son originarios los hombres y mujeres del mar.
Esta pesquería inicia el primero de agosto de cada año y cierra el 15 de diciembre; son cuatro meses y medio en los que la actividad pesquera se reactiva. Se exporta más de 50 por ciento a Europa y de lo que paga el comprador, 90 por ciento le llega al pescador.
Cada año esta pesquería es esperada y anhelada por su impacto social y económico, sin embargo, este 2022 los pescadores de la zona oriente de la costa avistaron los manchones desde julio.
La autoridad estatal decidió comunicar que no habría impacto en la temporada de pulpo, ni en las vacaciones de verano, pero al arranque de la temporada de pulpo la realidad era totalmente diferente: sí estaba impactando la temporada, pues los pescadores ribereños del oriente y centro no pudieron salir a la captura por los manchones de marea roja, que son algas que al ser abundantes limitan la oxigenación y provocan que los recursos marinos escapen de ella y se alejen. Es por ello que los primeros días de agosto desde Telchac Puerto se presenció la ‘arribazón’ de langostas, pulpos y peces.
Al paso de los días y casi un mes después del inicio de la temporada estelar, los ribereños que logran salir a la pesca, que son los del poniente y el extremo oriente, regresan con 10 a 15 kilos, cuando en años anteriores eran viajes de 100 kilos por lancha.
Los barcos de mediana altura que solían regresar 14 o 15 días después del inicio de temporada, han retornado a los 21 o 22 días de viaje, porque la captura es muy baja.
El precio de arranque de la temporada era de 90 a 100 pesos por kilo al pescador en congeladora y hasta hace unos días había aumentado a 145 pesos por la baja captura que hay.
Toda la zona centro de la costa yucateca se vio afectada con la marea roja, no sólo los pescadores, sino también los restauranteros y las casas de playa.
A los restauranteros les dejaron de llegar clientes porque se alertó de que la marea roja provocaba enfermedades en las especies marinas, lo cual no es correcto, así que la recta final del verano en la venta de pescados y mariscos se cayó.
Y las casas de playa y hoteles desde Telchac Puerto y hasta Progreso, padecieron la peste de las especie marinas que no alcanzaron a escapar y la falta de oxígeno, provocado por las algas que forman la marea roja, los mató.
Un agosto encarecido y lo último que se esperaba era una marea roja.
La recuperación de la actividad pesquera llevará tiempo y estos manchones a los que no se les dio la importancia debida impactarán hasta la próxima temporada, ya que el recurso marino se aleja y tardará en retornar.
Y el precio de la tortilla difícilmente bajará aunque el efecto inflacionario termine, así que preparemos nuestros bolsillos porque aún faltan meses de encarecimientos.