Se trata de las abejas sin aguijón, las que son endémicas de la región Maya y que han prevalecido en el tiempo, siendo revalorizadas y altamente cotizadas: un litro de miel podría superar mil 700 pesos y la colmena 6 mil.
Son abejas que buscan troncos o jobones para establecer sus colmenas; ahí van formando pequeñas burbujas que rellenan con miel, no cuentan con aguijón y las propiedades de la miel que producen, así como el polen, han derivado en múltiples productos de higiene y cuidado personal.
A diferencia de las abejas Apis, las que comúnmente conocemos, estas abejas sólo dan una cosecha de 24 litros en promedio en cada temporada, y su cosecha es manual, es decir, cada burbuja de miel es extraída con jeringa, es por ello que su precio es alto.
En Yucatán, estas abejas tienen una relación mágica con las mujeres mayas también, quienes son las que han ido retomando el cuidado en los solares de sus hogares (patios), ya que al no tener aguijón les resulta práctico tenerlas en casa, junto a los pollos o el huerto.
La conexión que han tenido las Meliponas con las mujeres de Yucatán en zonas rurales, ha permitido florecer no sólo la actividad apícola, sino a las propias mujeres, abriéndoles caminos en el terreno empresarial.
Hace 15 años no existían museos apícolas viviente; hoy hay empresas, cooperativas que ofrecen al turismo un recorrido por los apiarios de Meliponas, donde aprecian los jobones, pueden convivir con las abejas porque no tienen aguijón, aprenden el proceso de cosecha y finalmente descubren todo lo que se puede hacer con ella y sus propiedades, con los productos que se fabrica.
Hoy cada vez hay más grupos de mujeres organizadas, que decidieron combinar ser amas de casa, bordar, criar a sus animales y cuidar a sus abejas, logrando frutos que ya comienzan a cosechar.
El ejemplo
En este espacio hemos dimensionado de la importancia apícola de Yucatán, que es la entidad con 13 mil toneladas de cosechada, en la que participan 12 mil apicultores, y desde donde se exporta 90 por ciento de lo cosechado, principalmente por barco a Europa.
Sin embargo, hablamos de miel de la abeja Apis, aquella que hace sus colmenas en cajas, con ceras y su cosecha va de noviembre a junio, permitiendo de cuatro a cinco cosechas.
En el caso de las abejas Meliponas, este proceso es aún más artesanal, sólo ocurre una vez en la temporada y requiere de aprendizaje.
Una muestra son cinco mujeres de Maní, Pueblo Mágico, en Yucatán, quienes aprendieron hace 10 años a cuidar y cultivar a las Meliponas; hoy tienen 62 colmenas y venden cremas, jabones, dulces, y demás productos bajo su marca registrada: Yaal Kaab.
A partir del Meliponario Kuxtalil, las cinco mujeres se han conformado en una cooperativa y han aprendido en estos 10 años no sólo a cuidar de las Meliponas, sino a cuidarse a sí mismas, a valorarse, a reconocerse empresarias e ir mejorando en la capacitación de gastos, costos, plan de negocios, etiquetado, envasado, comercialización, pero sobre todo como mujeres valiosas, rompiendo con la tradición de ser criadas para dedicarse sólo al hogar y la familia.
La mágica conexión de las Meliponas con las mujeres, hace aún más valiosa la actividad y visibiliza esta actividad apícola artesanal que va recuperándose en Yucatán, permitiendo entender por qué un litro de miel melipona cuesta mil 700 pesos.