Ante el panorama inflacionario, el Banco de México optará por mantener su tasa objetivo en 4.0 por ciento en su decisión de mañana, según el consenso de los analistas en el mercado.
Más aún, la ventana de oportunidad para que retome el ciclo de recortes en su tasa ya está cerrada.
Las expectativas del consenso de los analistas encuestados por Citibanamex anticipan que la tasa de interés de referencia se mantendrá inalterada por un buen tiempo.
De hecho, el consenso espera que al cierre de 2021 y 2022 la tasa de Banxico continúe en el nivel actual de 4.0 por ciento.
Solo 3 de las 31 instituciones en la Encuesta de Citibanamex del 5 de mayo anticipan que el próximo movimiento en la tasa de referencia será un recorte de 25 puntos base en junio o agosto de 2021.
Esto contrasta con los 11 participantes cuya expectativa es un incremento de 25 puntos base a finales de 2021 o en 2022 y con uno que estima un aumento de hasta 50 puntos base en noviembre de este año, lo que implicaría revertir el ciclo monetario.
Ya no estaríamos ante una pausa en el ciclo de relajamiento monetario, sino ante el fin del mismo, pues con los niveles actuales de inflación no hay condiciones para continuarlo.
La ventana de oportunidad para seguir apoyando la recuperación económica del país a través de nuevos recortes en la tasa de referencia se cerró.
La inflación general anual aceleró la tendencia alcista de los meses previos al subir de 4.7 por ciento en marzo a 6.1 por ciento en abril, su mayor nivel desde diciembre de 2017.
El rebote inflacionario se debe en buena medida a los incrementos en los precios de los energéticos y las mercancías, principalmente alimenticias.
Pero también al efecto aritmético relacionado con una baja base de comparación anual por el impacto inicial de la pandemia.
Esa es la razón por la que algunos analistas creen que la inflación anual debería bajar gradualmente a partir de este mes.
Aun así, las expectativas de inflación general para el cierre de 2021 están entre 4.7 y 5.0 por ciento, muy por arriba del rango de tolerancia de Banxico.
Lo que se requiere es fortalecer el mensaje del compromiso del Banco Central con la estabilidad de precios, que es su mandato prioritario.
Dado que la fecha de convergencia de la inflación a la meta se ve aún lejana, hay que evitar que se afecte la credibilidad de Banxico. Todo un reto.
RECUPERACIÓN TITUBEANTE
El consumo privado en México continuó mostrando debilidad en febrero, cuando se contrajo 0.2 por ciento respecto al mes anterior, pese a la reapertura de diversas actividades en la segunda mitad del mes, tras el repunte de contagios de Covid-19 y las medidas para su contención entre diciembre y enero.
Este componente de la demanda interna, que es el de mayor peso en el PIB, no sólo está 6.5 por ciento por debajo de febrero de 2020, sino que se halla en un nivel similar al de mayo de 2016, según datos del Inegi.
La noticia positiva es que en febrero la inversión fija bruta creció 2.4 por ciento respecto al mes previo y ligó dos meses en ascenso.
Sin embargo, el indicador aún está 3.5 por ciento por debajo de un año antes y registra una contracción a tasa anual por 25 meses consecutivos.
Peor aún, la inversión se encuentra en un nivel similar al de diciembre de 2010.
Con el consumo y la inversión por debajo de los niveles previos a la pandemia, se confirma que la recuperación económica, además de titubeante al inicio del año, depende sobre todo del sector externo.