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Golpea a México la ‘pandemia’ de inflación

La expectativa inflacionaria proveniente de la encuesta que levanta Banxico aumentó de 5.6 a 6.0 por ciento para el cierre de 2021. Fue la séptima revisión consecutiva al alza.

Mientras el crecimiento previsto para este año ya está sobre 6.0 por ciento, la inflación apunta a cerrar en el doble de su meta, también en 6.0 por ciento, según la encuesta del Banco de México de julio.

Destaca, sin duda, el nuevo ajuste al alza en los pronósticos de crecimiento económico, pues ahora la estimación de los especialistas del sector privado es de 6.1 por ciento, por arriba del 5.8 por ciento previo.

Responderá, sobre todo, a un ‘efecto rebote’ ante la contracción de 8.3 por ciento en 2020, pero será insuficiente para compensar esa caída histórica registrada en el primer año de la pandemia.

Sobre las expectativas inflacionarias provenientes de la encuesta que levanta Banxico, entre junio y julio la previsión para la inflación general al cierre de 2021 aumentó de 5.6 a 6.0 por ciento.

Fue la séptima revisión al alza consecutiva, que se corresponde con el incremento reciente de la inflación a niveles de 5.8 por ciento anual, producto no sólo de las presiones en los precios de las materias primas, sino también en los de las mercancías y los servicios.

Si bien sigue habiendo una mejor perspectiva para el crecimiento de la economía mexicana, también hay un deterioro en las expectativas de inflación para el resto del año.

El riesgo es que en los próximos meses no se dé un descenso acelerado de la inflación y que se complique la convergencia a la meta de 3.0 por ciento en el tiempo planteado –un año–, en perjuicio de la credibilidad del compromiso de Banxico con la estabilidad de precios.

De vuelta al crecimiento económico, la pregunta es cuándo alcanzará México la recuperación completa del PIB a los niveles de actividad previos a la pandemia.

De acuerdo con la estimación oportuna del Inegi, la economía mexicana creció 1.5 por ciento en el segundo trimestre del año respecto a los tres meses previos, ligeramente menos de lo esperado.

El repunte de la actividad económica fue impulsado mayormente por el comercio y los servicios, que representaron el principal motor del crecimiento ante el relajamiento de las medidas para contener la pandemia.

Pese al crecimiento estimado para el periodo abril-junio, el PIB real ajustado por estacionalidad aún no regresa a sus niveles previos a la pandemia, pues apenas tuvimos una producción trimestral que está en un rango similar al del cuarto trimestre de 2016.

Dada la caída del PIB en 2020 y lo que falta por recuperar, no será sino hasta finales de 2022 o principios de 2023 cuando México podría regresar a los niveles de actividad económica que tenía antes del inicio de la pandemia.

Eso sin contar que hacia adelante se advierten una serie de retos para el crecimiento asociados a la tercera ola de la pandemia con el repunte de los contagios de Covid-19 en el país, por lo que no hay que descartar una contracción trimestral del PIB.

En la encuesta de Banxico de julio aumentó de 16.9 a 22.5 por ciento la probabilidad de que en el tercer trimestre de este año se observe una reducción del PIB respecto a los tres meses previos.

Si bien representa un escenario al que todavía se le asigna baja probabilidad, la situación económica podría complicarse ante el recrudecimiento de la pandemia.

Es probable que, aun con la disponibilidad de vacunas, la tercera ola de contagios contribuya a enfriar la recuperación de la economía en este tercer trimestre.

A lo que no colaborará es a que el ritmo de la inflación, cuyas presiones ya no se consideran sólo transitorias, se enfríe en los cinco meses finales del año.

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